Ante los recientes señalamientos del gobierno estadounidense sobre el control que ejercen grupos criminales mexicanos en las rutas de tráfico de combustible robado, la presidenta Claudia Sheinbaum llamó a realizar investigaciones conjuntas entre México y Estados Unidos.
La advertencia fue emitida por la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro, que alertó sobre el uso de amenazas y corrupción para obtener acceso a instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y movilizar combustibles hacia y desde territorio estadounidense.
“Ya se están llevando a cabo diversos operativos dentro del país que nos han permitido identificar nuevas formas de extracción y contrabando”, informó Sheinbaum desde Palacio Nacional. Añadió que el fenómeno del llamado “huachicol” ha cambiado: ahora no solo se trata de tomas clandestinas, sino de redes de tráfico sofisticadas.
La presidenta fue clara al afirmar que este delito no puede ser atribuido únicamente a México, especialmente cuando el flujo de combustible atraviesa la frontera. “Si el carburante viene de Estados Unidos hacia acá, alguien del otro lado está implicado”, afirmó.
Consultada sobre el tráfico en sentido contrario —de México hacia EE.UU.—, Sheinbaum señaló que debe investigarse quién lo distribuye y quién lava el dinero en suelo estadounidense. “No es un fenómeno exclusivo de este lado. También esperamos acciones del otro lado de la frontera”, expresó.
Sheinbaum reiteró su postura de que, así como se exige frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos, también debe detenerse el tráfico de armas desde ese país hacia México. “Es parte de una corresponsabilidad bilateral que debe ser abordada con seriedad y respeto a la soberanía”, puntualizó.
Finalmente, reafirmó que el combate al robo y tráfico de combustibles estará incluido en la agenda bilateral de seguridad, bajo principios de coordinación institucional y rendición de cuentas entre ambos gobiernos.