Ayer, en una conversación telefónica con miembros de la comunidad hispana en Estados Unidos, en medio de la pandemia por coronavirus que ya causó en el país más de 90.000 muertes, el presidente Donald Trump volvió a criticar Venezuela y dijo que la Casa Blanca tiene al régimen de Nicolás Maduro “rodeado”.
“Le tenemos rodeado a un nivel que nadie conoce, pero ellos sí lo saben”, advirtió y aseguró incluso que “algo pasará”, en el marco de la presión ejercida por la Casa Blanca para sacar del poder a Nicolás Maduro.
El mandatario, criticado por su gestión frente a la crisis sanitaria, a la que en un primer momento minimizó, anunció a finales de marzo que ofrecía 15 millones de dólares a quienes pudieran aportar información para detener a Maduro, al que acusa de narcoterrorismo. Ayer señaló que Venezuela atraviesa un momento “muy interesante”.
“Algo pasará, porque no vamos a aguantarlo”, añadió según lo publicado por la cadena CNN. Trump volvió a referirse a Maduro días después de que el chavista, a principios de mayo, afirmara que había cancelado un intento de invasión a través de las costas del litoral central venezolano, por el que responsabilizó tanto a Estados Unidos como a Colombia. Sin embargo la administración del republicano desmintió las acusaciones.
Mientras tanto, a la par de estos cruces, Estados Unidos endureció las sanciones contra Maduro y su entorno por violaciones de los Derechos Humanos, corrupción y narcotráfico, y anunció una nueva ayuda de 200 millones de dólares, 138 millones de ellos en asistencia humanitaria, para hacer frente a la crisis de Venezuela tanto dentro como fuera de sus fronteras.
El secretario de Estado Mike Pompeo informó en un comunicado sobre estos fondos y declaró: “Estados Unidos sigue siendo un catalizador de la respuesta internacional para ayudar al pueblo venezolano y a la región a responder a la actual crisis humanitaria”.