El presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció un informe con motivo del segundo aniversario de su triunfo electoral, ocurrido el pasado 1 de julio de 2018.
En un mensaje transmitido desde la Sede que ocupara la Càmara de Diputados en Palacio Nacional, el primer mandatario hizo un repaso de los logros obtenidos en estos primeros dos años de gobierno.
López Obrador recurrió a enumerar durante 45 minutos las cifras que diariamente repite en sus conferencias mañaneras y en sus giras por el país.
Habló, por ejemplo, de los ocho millones de adultos mayores y las 745 mil niñas y niños que reciben una pensión. No dejó fuera a los 11 millones de estudiantes pobres de todos los niveles que obtuvieron una de las becas Benito Juárez que ofrece su gobierno. También enlistó a los 400 mil jornaleros que reciben un salario para trabajar sus propias parcelas a través del programa Sembrando Vida, así como a los 600 mil jóvenes que están inscritos en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
Recordó también el millón 278 mil créditos que ha otorgado a las personas más pobres y a empresas familiares durante la pandemia por COVID-19 que azota al país, e hizo un compromiso por alcanzar los cuatro millones de préstamos.
Repitió, una vez más, que en México se están sembrando millones de hectáreas de árboles frutales y maderables. Que no se permite el fracking. Que no ha habido nuevas concesiones a mineras. Que se concluyeron 32 hospitales. Que el Tren Maya avanza…. Datos, todos, de sobra enumerados en todas y cada una de sus conferencias.
Sin embargo, el presidente, que a diario parece dirigirse únicamente a aquellos que votaron por él aquel 1 de julio, hoy le habló al otro sector de la población, al que, según sus datos, representan solo al 30 por ciento de los mexicanos. Hoy López Obrador les habló a las clases media alta y alta.
Reconoció el enojo de ese sector de la población que está en desacuerdo con los programas sociales implementados por la 4T pero, a cambio, les ofreció seguridad.
López Obrador mencionó que su gobierno trabaja para “conseguir la paz y la tranquilidad en México. Ni un mal se equipara a la violencia y nada es más valioso que vivir en paz, con tranquilidad”.
Por ello, dijo, “los de abajo (el 70 por ciento de la población) reciben más beneficios, porque se trata de los pobres y no puede haber trato igual entre desiguales, a ellos les puede corresponder más de un apoyo (…), con ello estamos también reactivando la economía”.
Recordó que, para garantizar la paz y la justicia, de lunes a viernes se reúne desde las seis de la mañana con los secretarios de la Defensa, Marina y con el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Ello empieza a dar resultados -dijo- ya que, durante los dos primeros años de su gobierno, no habido “aumentos sensibles en el delito de homicidio y se ha roto la tendencia histórica de su crecimiento. Hemos reducido además otros delitos en comparación con noviembre de 2018. El robo de vehículo, de entonces a la fecha, ha disminuido en 41 por ciento; el secuestro, 25 por ciento, el robo a transporte público colectivo, en 58 por ciento; el robo al transporte público individual, en 36 por ciento; el robo a casa habitación, en 27 por ciento; el robo a negocios, en 24 por ciento; a transeúnte, en 45 por ciento, y así en casi todos los delitos”.
“Nuestro modelo no sólo significa bienestar y seguridad para la paz y tranquilidad de todos los mexicanos, también ofrece al 30 por ciento más favorecido la posibilidad de hacer negocios, y obtener ganancias lícitas. Se combate, sin excepciones ni favoritismos, la corrupción y existe un auténtico estado de derecho”, señaló.
López Obrador argumentó que “atendemos a los pobres, por convicción y por humanismo, pero también lo hacemos porque creemos que si destinamos recursos a los menos favorecidos habremos de lograr que haya consumo, logrando así una más rápida reactivación de la economía para salir de la crisis”.