El presidente Andrés Manuel López Obrador “dejó la investidura presidencial” y recriminó a los líderes de Morena que lleven más de un año enfrascados en pleitos y no poder resolver la renovación de su dirigencia.
“Si fuesen las elecciones ¿por qué partido votarías? Ese partido está hasta arriba; o sea, es mucho pueblo para tan poco dirigente, con todo respeto, porque no hay dirección, hay un desbarajuste; sin embargo, el pueblo tiene otra idea. Ojalá y los dirigentes estén a la altura del pueblo, eso sería mejor”, señaló el mandatario.
López Obrador advirtió a los líderes de su partido que no son indispensables y que ojalá entiendan que deben estar a la altura del pueblo.
“¡Ya al carajo con el oportunismo!”, exclamó el jefe del Ejecutivo y llamó a los dirigentes a no confundirse, porque es el pueblo el que manda. AMLO trató de matizar su discurso y aclaró que este mensaje no es para Morena, es en general, para terminar con la antigua forma de hacer política.
Recordó que un partido político, cualquiera, si no tiene principios, si no piensa en luchar por causas justas no es más que una franquicia, un mecanismo para que “ambiciosos vulgares” se encaramen en cargos públicos sólo para su provecho.
“Lo importante es pensar en los demás, si no hay amor al prójimo no se es buen dirigente. El individualista, el egoísta, el que le da la espalda al que sufre no es buen dirigente ni es buen político, es un convenenciero, un arribista, un oportunista, un falsario y ya basta de eso, estamos en una etapa nueva”, concluyó.