El presidente Donald Trump volvió a sacudir el tablero comercial: anunció un nuevo arancel del 50% al cobre y advirtió que impondrá uno de hasta 200% a las farmacéuticas que no fabriquen sus productos en Estados Unidos.
El republicano no dio muchos detalles sobre el impuesto al cobre, pero lo presentó como parte de su estrategia para fortalecer la industria nacional, siguiendo la línea de las tarifas ya aplicadas al acero y aluminio. Lo hizo durante su reunión de gabinete en la Casa Blanca.
Además, lanzó una fuerte advertencia a las empresas farmacéuticas: tendrán un año o año y medio para establecerse en territorio estadounidense, o de lo contrario, sus productos —como medicamentos y otros artículos— pagarán aranceles “muy altos”.
Trump aprovechó para culpar a gobiernos anteriores por permitir que esa industria se fuera del país: “Se fueron porque se los permitieron. Pero nosotros no lo vamos a permitir”.
Este anuncio llega justo antes del plazo límite para que Estados Unidos y sus socios comerciales redefinan aranceles.
Hasta ahora, solo ha logrado acuerdos con China, Reino Unido y Vietnam, mientras que la tregua de 90 días con otras naciones se extendió hasta el 1 de agosto.