Las cárceles de Guadajalara, Jalisco, no son recintos que garanticen que las personas detenidas gocen de un lugar digno, seguro y ni estén fuera de riesgo de ser recibir tratos crueles e inhumanos.
El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT) comprobó que las Comisarías de Seguridad Pública y Cárceles Municipales, de 19 ayuntamientos de Jalisco, atendieron solo 44 (18.66%) de los 236 factores de riesgo que les fueron reportados hace un año para prevenir actos de tortura.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) indicó que el Informe de Seguimiento 3/2018, publicado el 3 de junio, se realizó tras una visita del pasado mes de abril.
El MNPT detalló que 29 (12.28%) de esos factores únicamente presentaron avances encaminados a su cumplimiento y 163 (69.06%) aún persisten.
El Mecanismo concluyó que esos lugares de privación de la libertad y alojamiento no garantizan que las personas ahí detenidas gocen de estancia digna, segura, ni reciban trato con debido respeto a su dignidad.
Entre las faltas más recurrentes están la falta de mantenimiento e higiene en las instalaciones; carencia de partida presupuestal para el suministro de alimentos; inexistencia de celdas exclusivas para alojar mujeres, y falta de Reglamentos y Manuales de Procedimientos que regulen las áreas de detención.
Asimismo, falta de servicio médico y de privacidad para la certificación de integridad física a las personas detenidas; insuficiencia de personal de seguridad; falta de capacitación de los servidores públicos en materia de Derechos Humanos y Prevención de la Tortura.