Líbano recibe muestras de solidaridad de la comunidad internacional mientras se enfrenta a las consecuencias de la devastadora explosión que este martes arrasó el puerto de Beirut, el principal del país, y que hasta el momento ha causado 100 muertos y más de 4.000 heridos, según la Cruz Roja.
Los hospitales en Beirut, algunos fuertemente dañados por la explosión, se encuentran hacinados, también con pacientes de coronavirus, cuyos contagios se han disparado en este país en el que se impuso el confinamiento de la población.
Un cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas sin custodiar fue la causa de la explosión, aunque se desconoce el origen.
La Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) analiza los datos de la gran explosión, confirmó a Efe hoy en Viena Gill Tudor, portavoz de este organismo del sistema de Naciones Unidas con sede en la capital austríaca.
La enorme detonación fue registrada por el Sistema Internacional de Vigilancia (SIV) de la organización, una red mundial de instalaciones de vigilancia sismológica, hidroacústica e infrasónica.
La explosión tendrá importantes consecuencias económicas puesto que la destrucción del principal puerto del país dificultará el suministro de alimentos en el futuro, lo que se suma a la crisis financiera y a la hiperinflación en el país, que pasa por su peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990).
El Consejo Supremo de Defensa libanés decretó ayer Beirut como «zona catastrófica».
El primer ministro libanés, Hasan Diab, pidió ayuda a todos los países y «amigos del Líbano» y aseguró que los libaneses están «lidiando con una auténtica catástrofe», que además de haber destrozado el puerto, deja calles, edificios y plazas en ruinas en toda la ciudad.
COMIENZA LA LLEGADA DE AYUDA
Países como Holanda y Francia ya tienen equipos de trabajadores humanitarios en Beirut. La ministra holandesa de Cooperación al Desarrollo, Sigrid Kaag, confirmó que 67 trabajadores holandeses, incluidos médicos y enfermeros, ya se encuentran en la capital libanesa y «tiene una experiencia especial en búsqueda de supervivientes».
Fuentes de la presidencia francesa informaron del envío de dos aeronaves, con 55 personas, 15 toneladas de material, así como una unidad sanitaria móvil que permite atender a 500 heridos. Militares franceses de la Fuerza de Paz de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) intervinieron el mismo martes tras la explosión en el puerto.