Columna: Pensamiento Crítico
Clara Brugada venció al candidato (Omar García Harfuch) representante de los intereses del poder económico y presunto favorito de la ex jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum. El resultado de la encuesta no favoreció a Brugada, sin embargo, la decisión de su postulación fue política bajo el argumento de la necesidad de cumplir el marco jurídico de las candidaturas de género.
Clara ha sido alcaldesa de Iztapalapa en tres ocasiones y eso se debe a que su trabajo social ha sido destacadísimo para la evolución social de una delegación caracterizada por un rezago intrínseco a su conformación por miles de migrantes connacionales de diversas entidades del país que arribaron a la capital de manera masiva en la década de los sesenta a través de ocupaciones irregulares de la entonces Delegación que finalmente se tradujo en 1.83 millones de persona que habitan actualmente en la Alcalldía más poblada de la Ciudad de México.
Brugada nació en el lopezobradorismo, su lucha social en el oriente de la ciudad la llevó a representar al entonces Distrito Federal en la LIX Legislatura en el año 1997 cuando Cuauhtémoc Cárdenas abanderó el primer gobierno democrático de la Ciudad de México y López Obrador era el presidente del PRD.
AMLO sufrió el polémico intento de desafuero y Clara Brugada fue bloqueada para la candidatura en Iztapalapa con el famoso caso de «Juanito» que fue el candidato oficial pero con la promesa de pedir licencia para que Brugada pudiera acceder a la Alcaldía de manera indirecta ante el bloqueo institucional de su candidatura.
El pueblo de Iztapalapa reconoce la gran labor de Brugada a través de los proyectos sociales, deportivos y educativos impulsados desde la Alcaldía donde se ha trabajado arduamente y se han entregado resultados tangibles como los famosos proyectos denominados «utopías». Más allá de estrategias de posicionamiento publicitario o convenios con medios corporativos de comunicación, Clara Brugada ha demostrado resultados y esa es su mayor carta de presentación.
Harfuch respaldado por su presunto yerno Ricardo Salinas demostró un amplio operativo mediático de posicionamiento a pesar de no contar con una trayectoria política salvo su paso como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y anteriormente su trayectoria en la extinta policía federal.
Clara Brugada es una mujer formada por la cultura del esfuerzo y el trabajo, su paso por el servicio público ha sido intachable y el reconocimiento a su trayectoria por parte de los liderazgos fundacionales Morena es público. Sin embargo, cabe señalar que la narrativa de los medios corporativos en señalar que el «bastón de mando» lo sigue teniendo López Obrador al haber desafiado la intención de Sheinbaum por respaldar el proyecto de García Harfuch e influir en el resultado de la decisión del partido ante el ambiguo método de elección utilizando encuestas para elegir a sus abanderados a las gubernaturas.
La realidad es que el método de elección de candidatos en Morena es deficiente y ambiguo, pero si en algo se parecen AMLO y Clara Brugada es en su compromiso con el pueblo de México y por eso es ella la máxima heredera del lopezobradorismo como ideología política y de servicio público.
En síntesis, Clara Brugada no operó una estrategia mediática y por eso Harfuch venció en las encuestas pero la decisión política de su designación obedece a su compromiso con el pueblo de Iztapalapa y los resultados de su gestión como alcaldesa. En realidad no sabemos si AMLO influyó o no en la designación de la «pre-candidatura»pero la realidad es que la designación de Brugada es un triunfo popular sobre los poderes fácticos del país que se han incrustado inclusive al interior de la 4T.
Adendum: Cabe señalar que Omar García Harfuch respetó el resultado y tuvo una actitud conciliadora, sin embargo, su ascenso meteórico en la política nacional solo obedece al poderoso «don dinero» capaz de vender su imagen como un hombre guapo que tapizó la Ciudad de México con su imagen que también fue promovida en tierra por operadores electorales.