Con los satélites Morelos I y II, desarrollados hace más de 30 años, nuestro país inició su liderazgo en el sector telecomunicaciones, hoy consolidado por Sistema Satelital Mexicano (MexSat), señaló la subsecretaria de Comunicaciones, Salma Jalife Villalón, durante la conmemoración del “34 Aniversario del primer mexicano en el espacio”.
Aseguró que el hecho histórico de enviar al primer astronauta, Rodolfo Neri Vela, para poner en órbita el satélite Morelos II, dio un fuerte impulso al desarrollo de la ciencia y la tecnología entre los jóvenes de aquel tiempo.
En el Auditorio “Javier Barros Sierra”, de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la subsecretaria Jalife destacó la importancia de la ingeniería y exhortó a los asistentes a construir el presente y el futuro de esta carrera, primordial para la Cuarta Revolución Industrial.
Por su parte, el director general de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), Salvador Landeros Ayala, felicitó a Neri Vela por su hazaña, y subrayó que, tras ese viaje histórico, “como sociedad ya no podemos vivir sin satélites”.
Ante el director de la FI de la UNAM, Carlos Escalante Sandoval, el director general de la AEM puso énfasis en el potencial de los satélites en materias prioritarias para nuestro país, como la agricultura de precisión, desastres naturales, industria, manufactura, salud, telemedicina, energía, inteligencia urbana e infraestructura.
Precisó que el sector aeroespacial tiene alta inversión en México, “podemos acelerar y despegar más rápidamente que muchos otros países; produzcamos tecnología», y exhortó a construir un gran proyecto nacional espacial, en el que los protagonistas sean los jóvenes.
En su oportunidad, el primer astronauta mexicano pidió a los asistentes a esmerarse, esforzarse, aprovechar el tiempo, creer en ellos mismos, y no dejarse vencer por las adversidades.
Neri Vela reveló que fue por una llamada telefónica de Landeros, director del Sistema de Satélites Nacionales en aquel entonces, que se enteró de la existencia de la convocatoria pública para ir al espacio en 1985, de la cual sería el ganador.
«Muchas personas creen que un proyecto espacial por ser costoso es inútil, que no tiene nada que ver con la vida de todos nosotros. Eso es un error, porque con las misiones espaciales se desarrolla tecnología, que es lo que le da fuerza a un país, pues por cada dólar que se invierte en un proyecto espacial, en algunos años se convierte en 20 o 30 dólares», aseveró.
Como «ejemplo de esfuerzo, perseverancia, liderazgo y amor a su vocación», ambos conferencistas recibieron reconocimientos especiales por parte de la Máxima Casa de Estudios.