El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que cumplirá con el compromiso que asumió con familiares de los desaparecidos, luego que Claudia Piedra, hija de Rosario Ibarra de Piedra, dejó en custodia del Ejecutivo la Medalla Belisario Domínguez que el Senado entregó a su madre.
Este miércoles en sesión solemne la hija de la activista de 92 años leyó un mensaje que Rosario envió a López Obrador en el que le dice que pone en sus manos la presea y se la devuelva cuando se esclarezcan las desapariciones, entre ellas la de su hijo, Jesús Piedra, durante la década de los setentas.
Al terminar la sesión en la casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado, el mandatario subrayó que “es una responsabilidad que voy a cumplir. Voy a hacer todo lo que humanamente me sea posible para dar con los desaparecidos”.
A pregunta expresa de si algo lo detiene para cumplir con ello enfatizó: “nada, soy libre. Como es de dominio público no puede haber ningún grupo de interés creado que impida conocer toda la verdad sobre las desapariciones, sobre los crímenes que se cometieron en los gobiernos autoritarios”.
López Obrador aseguró que atenderá el tema y envió a la galardonada un abrazo y el mensaje de que sabrá cumplir con la encomienda. “Voy a estar a la altura de las circunstancias”, remarcó el presidente de la República.
El Senado de la República entregó hoy la Medalla Belisario Domínguez a Rosario Ibarra de Piedra en su edición 2019, lo que la coloca en la séptima mujer que se le otorga de 65 que ha entregado esa soberanía para distinguir y reconocer la honestidad, lucha y nacionalismo de las y los mexicanos.
El Ejecutivo federal participó en la ceremonia como testigo de honor. También asistió la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y los integrantes de gabinete ampliado del gobierno federal.
Integrantes del Comité ¡Eureka!, que creó Rosario Ibarra, quienes al finalizar el acto solemne exigieron justicia, igualmente estuvieron en el recinto.
El Comité ¡Eureka! fue conformado en 1977 para apoyar a familiares que sufrieron la desaparición de hijos o hermanos, como en el caso de la activista, cuyo hijo fue detenido en 1973, acusado de tener vínculos con la Liga 23 de septiembre y desaparecido en 1974.
En los últimos 45 años la coahuilense ha impulsado la lucha para la búsqueda y la exigencia de que aparezcan quienes han sido víctima de regímenes autoritarios.