Por Alex Villegas..
En medio de la pandemia, el ciudadano presidente exhibe a quien pudiera ser su delfin.
La figura del ciudadano canciller rebasa el estricto ambito de competencia de la cartera que le fue asignada al subirse de lleno al tema de la pandemia y su manejo.
No se trata sólo de la repatriación de connacionales o la adquisición de medicamentos e insumos médicos, en otros países, el ciudadano canciller amplia su cobertura y desplaza a la ciudadana secretaria de Gobernación quien por naturaleza debiera contar con una participación mayor.
Y ello permite, a la colectividad reavivar los rumores de un supuesto ajuste en el gabinete presidencial que favorecería la figura de Marcelo Ebrard y reconfiguraría el espectro sucesorio.
A fin de cuentas, el ciudadano presidente mueve sus fichas a la vista del pueblo bueno.
Hospitales
El convenio que logró el ciudadano presidente con hospitales privados para que atiendan a enfermos de Covid-19 además de ser positivo permite dimensionar el tamaño del reto que se avecina.
Y, claro, en paralelo representa una aceptación de la falta de capacidad de sistema nacional de salud.
El covid-19 amenaza con pegar con fuerza y el ciudadano presidente lo sabe, aunque publicamente no lo acepte.