Por Alex Villegas..
El ciudadano presidente divaga y realiza señalamientos de manera irresponsable, en su afán de endosar culpas y fortalecer su imagen.
Ahora acusa, en plena Jornada Nacional de Sana Distancia, a los conservadores de tratar de provocar vacíos de poder. Advierte que quieren que se aísle y subraya que no habría conducción, con lo que reta a la inteligencia colectiva.
En pocas palabras, en su mente, aprecia un complot imaginario en su contra por la emergencia sanitaria, que le permite endosar culpas y clamar sin mencionarlo por el respaldo del pueblo bueno.
Con ello, el ciudadano presidente, trata de ignorar cual es el comportamiento natural de la oposición en toda nación.
Desde el poder olvida la forma en que se conducía como oposición y los reiterados señalamientos que realizaba ante cualquier posible falla del gobierno.
Evidentemente, el país atraviesa por una situación compleja derivada del aislamiento que se refleja más allá de los memes, en un evidente descontento social que tiene entre otros elementos, como punto crítico, el ingreso económico, el empleo y el abasto de alimentos.
El complot en su contra que aprecia el ciudadano presidente, solo existe en su mente, como una tabla de salvación para su imagen.
Saludo
El saludo de mano que realizó el ciudadano presidente a la supuesta mamá de Joaquín El Chapo Guzmán, durante su estancia en Badiraguato, más allá de su posible inconveniencia formal, exhibió el nulo respeto que tiene por las normas dictadas por su administración para evitar el contagio de coronavirus.
¿Dónde quedó el al menos metro y medio de distancia, y la prohibición de saludar de mano?
Sanciones
La imposición de sanciones carcelarias y económicas emitidas en Chihuahua y Yucatán para los enfermos de coronavirus que no respeten el aislamiento, representa un extremo que pone en evidencia la preocupación social por el coronavirus.
Además, claro de que permiten apreciar un escenario de toque de queda de corte carcelario, que encuadra en la imagen del Gran Hermano vigilando a la ciudadanía, presto a sancionar sus faltas.
Un estado sancionador en el que no es posible salir a la calle, cuando resulta imprescindible para muchos salir en busca de alimentos o para el desempeño de labores para obtener el sustento diario.
Sin duda, desde el poder y ante la emergencia, no se aprecia que el aislamiento total para el grueso de la ciudadanía, es casi imposible de cumplir, ante todo, por la necesidad alimentaria y económica.