
Dióxido de cloro es dañino para la salud por lo que la gente no debe consumirlo para combatir al COVID-19 según afirmó la Cofepris.
El llamado también Solución Mineral Milagrosa se ha difundido bajo información falsa y sin sustento científico.
El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo que se usa como blanqueador en la fabricación de papel y para tratar el agua.
Al entrar en contacto con dicho líquido, se forman iones clorito. Ambas sustancias tiene alto valor químico y reactivo, por lo que al ingerirse provocan:
- Irritación de la boca.
- Irritación del esófago y el estómago.
- Las personas pueden presentar náuseas, vómito y diarrea.
- Las personas pueden tener trastornos cardiovasculares y renales.
Alrededor del Mundo y en México, muchas instituciones de salud están al tanto de la situación y buscan prevenir el uso de producos a base de Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus dervidos, así como la SMM o CDS.
Estos ya están siendo comercializados de manera irresponsable para prevenir y tratar el cáncer y el COVID-19.
Las autoridades señalan que dichos productos se pueden encontrar a la venta ilegalmente en internet y en algunos establecimientos de atención médica y cuyo principal uso es como desinfectante industrial.
La Cofepris señaló que no ha autorizado ningún registro sanitario de medicamentos que contenga en su formulación la sustancia denominada Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus derivados, por lo que su uso representa un riesgo a la salud.
Por eso se deben seguir las siguientes recomendaciones:
- Seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias para prevenir la transmisión del covid-19.
- Ante cualquier síntoma de enfermedad, comunicarse con los Servicios de Salud de su estado y seguir las recomendaciones.
- Apegarse a las indicaciones de los profesionales de la salud para el tratamiento de cualquier padecimiento.
- Si está consumiendo o le están administrando algún producto derivado del dióxido de cloro, SUSPENDA INMEDIATAMENTE SU USO.
- Levantar la Denuncia Sanitaria en caso de que algún establecimiento de atención médica ofrezca este producto como alternativa en el tratamiento de cualquier enfermedad, así como de cualquier establecimiento que ponga a la venta el producto.
- Reportar cualquier reacción adversa o malestar relacionado al uso o consumo de medicamentos.