La volatilidad extrema se apodera del mercado petrolero, con la cotización en caída libre. El crudo se desplomaba más de un 20% en los primeros compases de cotización de este lunes tras la ruptura del viernes entre la Organizaciòn de Paìses Exportadores de Petròleo (OPEP) y Rusia en sus negociaciones para tratar de recortar la demanda y contener asì el descalabro de precios por el coronavirus.
El desplome del 9% en la última sesión de la jornada pasada, sin embargo, palidece con el cosechado en la apertura del lunes, en la que tanto la cotización del Brent —el de referencia en Europa— como la del Texas —en Estados Unidos— caían a doble dígito, hasta el entorno de los 35 dólares, y alimentaban la especulación de la banca de inversión durante el fin de semana —con el todopoderoso Goldman Sachs al frente— sobre la posibilidad de que el desplome del barril se profundice hasta los 20 dólares, niveles de hace dos décadas.
El batacazo pone contra las cuerdas a la gran mayoría de países petroleros y supone un duro golpe para un puñado de naciones latinoamericanas: Venezuela, Ecuador, México, Colombia, Brasil o Argentina, entre otros.