Día Mundial de la Libertad de Prensa: el mapa que muestra los países del mundo en los que matan a más periodistas
Al menos 95 periodistas fueron asesinados el año pasado mientras realizaban su trabajo, según la Federación Internacional de Periodistas (FIP), la mayor organización de periodistas a nivel mundial.
El número de muertes es mayor que en 2017, pero no es tan alto como las cifras registradas en años anteriores, cuando los conflictos en Irak y Siria estaban en su pleno apogeo, indicó el equipo de Reality Check de la BBC.
El número más alto de muertes registradas fue de 155 durante en el año 2006.
Esas cifras incluyen a cualquier persona que estuviera trabajando de una forma u otra en un medio de comunicación.
Periodistas y trabajadores de los medios asesinados
Un asesinato en 2018 que atrajo la atención global fue el del prominente periodista saudita Jamal Khashoggi.
Fue asesinado el pasado octubre tras visitar el consulado de Arabia Saudita en Turquía.
Desató una crisis diplomática entre los dos países y un aluvión de condenas internacionales.
Y el mes pasado, en Reino Unido, la periodista Lyra McKe murió en las calles de la ciudad norirlandesa de Londonderry mientras informaba sobre unos disturbios que habían estallado en ese lugar. Un grupo paramilitar de Irlanda del Norte admitió haber llevado a cabo el asesinato.
Y en México ya murió un periodista este año, Rafael Murúa, el pasado 20 de enero. Su cuerpo fue hallado a la vera de una carretera 24 horas después de que se reportó su desaparición. Lo habían acuchillado y disparado en la cabeza.
¿En dónde es más peligroso ejercer el periodismo?
México está considerado como el país más mortal para los periodistas, sin contar zonas de guerra. Es uno de los cinco países más peligrosos del mundo para ejercer la profesión.
Durante 2018, murieron 11 profesionales de los medios en el curso de su trabajo, según los datos de la FIP.
Desde el año 2000, al menos 144 periodistas han sido asesinados en territorio mexicano.
Pero, en el cómputo global, Afganistán continúa siendo uno de los países más peligrosos para los periodistas. El año pasado se registraron 16 muertes.
Nueve periodistas afganos murieron en un mismo accidente en la capital, Kabul, luego de visitar el lugar en el que había ocurrido un ataque con carro bomba para informar sobre lo sucedido. Un segundo dispositivo fue detonado por un atacante que dijeron que se hizo pasar por reportero.
Y en el este de Afganistán, el corresponsal de la BBC Ahmad Shah fue asesinado en una serie de ataques en la provincia de Jost.
Yemen y Siria registraron ocho muertes de profesionales de los medios cada uno en 2018, según el mapa de la FIP.
Pero también murieron periodistas en Estados Unidos el año pasado.
Cinco de ellos fueron asesinados a tiros en un ataque en el diario Capital Gazette, de Maryland, por un hombre que, aparentemente, había tratado de denunciar al periódico hacía varios años.