El secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González, anunció que tras la jornada de violencia de este jueves en Culiacán, Sinaloa, fueron enviados 230 elementos de élite, que forman parte de los Grupos de Fuerzas Especiales, para reforzar las acciones contra el crimen organizado en la entidad.
Además, Sandoval González, culpó a la Policía Federal Ministerial de la FGR del fallido operativo en el que se detuvo y posteriormente se liberó a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán.
“En su afán de obtener resultados positivos, el personal de la Policía Federal actuó de manera precipitada con deficiente planeación, así como falta de previsión sobre las consecuencias de la intervención, omitiendo además obtener el consenso de sus mandos superiores», señaló el titular de Sedena.
Sandoval González afirmó que los elementos participantes en el operativo fueron agredidos cuando se encontraban en espera de una orden de cateo, configurándose la flagrancia en el uso de armas de fuego, desencadenándose una acción directa al interior del domicilio en donde se ubicó al presunto delincuente.
Sin embargo, dijo, se «desestimó el poder de convocatoria y la capacidad de respuesta del Cártel de Sinaloa para evitar el detención de Ovidio Guzmán López. Al advertir el alto índice de violencia generalizado que se produjo, este Gabinete de Seguridad decidió ordenar el retiro de las fuerzas, del domicilio en la ciudad».
«Con la acción anterior, el grupo delincuencial suspendió las agresiones y libera al personal militar que había sido retenido», indicó.