* En homenaje a Juan Tovar, la puesta en escena se presentará hasta el próximo 20 de marzo en el Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque
CIUDAD DE MÉXICO, 05 de marzo de 2022.- Las últimas horas de Agustín de Iturbide, sus sueños de emperador, el encuentro imaginario con Antonio López de Santa Anna, sus recuerdos, su legado, su destierro y desenlace fatal son recreados en la puesta en escena Horas de gracia. Último sueño de Agustín I que la Compañía Nacional de Teatro (CNT) estrenará como un homenaje póstumo al dramaturgo mexicano Juan Tovar, en coproducción con el Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña.
La obra estará en temporada hasta el próximo 20 de marzo en el Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, con funciones jueves y viernes a las 20:00 horas, sábado a las 19:00 horas y domingo a las 18:00 horas, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura federal y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
Con dirección de Daniela Parra y la participación del elenco estable de la CNT, el montaje recrea las “horas de gracia” de Agustín de Iturbide, visitado (presumiblemente en sueños) por Antonio López de Santa Anna, quien lo insta a recapitular su trayectoria y revivirla con los recursos del sueño. Para empezar, el militar realista Félix María Calleja lo conduce a una reunión de los conspiradores de Querétaro donde se discute la cuestión de la Independencia y él opta por tomar distancia y aguardar su oportunidad. Ya desde entonces acaricia sueños imperiales.
Más adelante, un cuadro de paz familiar articula la transición al relato del final del imperio, que culmina en canción de despedida con presentimiento de retorno fatal. Se recuerdan luego las circunstancias del regreso y sus consecuencias, y se anticipa la inminente era de Santa Anna, éste ya no emperador, sino dictador intermitente.
Juan Tovar, fallecido el 22 de diciembre de 2019, fue dramaturgo, narrador, traductor y guionista, escribió textos dramáticos sobre los acontecimientos más importantes de México, como La madrugada, El destierro, Las adoraciones, Manga de clavo, Fort Bliss, El trato y Horas de gracia.
Sobre estos personajes que conviven en sueños, el dramaturgo comentó: “Uno de los dos Napoleones, surgidos de la Revolución de Independencia, tiene un cierto aire de figura trágica; el otro es un pícaro de tomo y lomo. De los dos no se hace uno, pero acaso el diálogo entre ambos nos permita aclarar en algo (aun en algo) el destino nacional. Supongamos, pues, que en su último sueño el primer emperador del México independiente, además de repasar su propia trayectoria, pudo anticipar lo que el arquetipo napoleónico deparaba todavía al país: el prolongado, si intermitente, dominio del auténtico emperador, cuyos sucesores son legión”.
En su búsqueda por definir el perfil de esta figura clave en la historia nacional, Tovar expresó: “Agustín de Iturbide es en ese ideario un soberbio que se plantó la falsa corona del Imperio mexicano; y viéndolo así, es un personaje chato… palabra detestada por aquellos que crean personajes para la escena. ¿Será entonces que ese Agustín, Tino para los amigos… ¿Habrá sido algo más? Historiadores renombrados indican que esa monarquía fue para que el incipiente país (que ni siquiera se llamaba México) cayera en ‘blandito’ y que no tuviera el revuelco que implicaba caer en una República. Sin embargo, el eterno pleito de Iturbide con el Congreso lo llevó al destierro. Pero el rebumbio de un país tan joven y variopinto hizo que a su vuelta… fuera mandado fusilar (decapitar en principio).
En palabras de Daniela Parra, directora de escena, Juan Tovar, con su ácido y agudo humor, pone a soñar a Iturbide y en ese presumible sueño le llega, ni más ni menos, un ávido Antonio López de Santa Anna quien, como un guía, le hace revivir aquellos entrelazados recuerdos.
“¿Para qué? —se pregunta Parra—, ¿para redimirlo?, ¿para humanizarlo? o tal vez únicamente para que nosotros, humildes espectadores del limbo de la historia, podamos espejearnos y revisar si esa ‘no historia de nuestro país’ nos hace eco en nuestra cotidianeidad. ¿Qué pasaría si a nosotros, a unos minutos de nuestra anunciada muerte, nos fueran concedidas unas cuantas Horas de gracia? ¿Qué recordaríamos? ¿Hemos legado algo? ¿A quién y para qué dirigiríamos nuestras últimas palabras?”.
Actúan Fernando Bueno, Miguel Cooper, Érika de la Llave, Ana Ligia García, Zaide Silvia Gutiérrez, Fernando Huerta Zamacona, Jorge León, Óscar Narváez, Carlos Ordóñez, Laura Padilla, José Carlos Rodríguez, Amanda Schmelz, Roberto Soto, Edwin Tovar y Andrés Weiss, del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro.
El diseño de escenografía e iluminación es de Félix Arroyo; de vestuario, de Jerildy Bosch; la música original y el diseño sonoro son de Alberto Rosas; el ensamble y la música en vivo, de Edwin Tovar; el diseño de video corresponde a Kay Pérez; de caracterización, a Amanda Schmelz, y la asesoría en movimiento corporal está a cargo de Antonio Salas.
Las funciones se presentarán con estricto apego a las medidas de protección, que consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca y respeto a la sana distancia, además de aforo limitado. El costo de entrada es de 150 pesos, aplican descuentos. Informes en el correo publicos.cnteatro@inba.gob.mx