Países Bajos, Bélgica, Italia y Austria decidieron el domingo prohibir los vuelos con el Reino Unido después de que ese país detectara una nueva variante del virus causante de la COVID-19, que ha obligado a las autoridades del país a confinar a más de 20 millones de personas.
No hay pruebas de que la nueva variante sea más letal que las anteriores pero si hay altos indicios de que es mucho más infecciosa, lo que ha desatado la alarma en el continente y los contactos entre socios comunitarios ante la posibilidad de que más países se sumen a lo que ya amenaza con convertirse en un aislamiento de Gran Bretaña.
El primero en reaccionar fue el gobierno de Países Bajos, que optó por prohibir el tráfico aéreo de pasajeros con el Reino Unido de forma inmediata y durante al menos diez días, siguiendo una recomendación de las autoridades sanitarias neerlandesas.
En un comunicado, el Ministerio neerlandes de Sanidad confirmó que un estudio realizado a principios de diciembre reveló que también circulaba un virus con la variante descrita por el Reino Unido, y que tras la alarma en Londres las autoridades sanitarias analizan esta cepa de coronavirus.
La prohibición no incluye el transporte de mercancías, ni la movilidad del personal sanitario, y se mantienen abiertos los puertos, como el de Róterdam, así como el transporte ferroviario, por lo que aún es posible viajar en coche, tren y barco.
En cambio, el gobierno de la vecina Bélgica, aunque por ahora es solo provisional durante las 24 horas de hoy domingo, sí incluye el cierre del transporte ferroviario, además del tráfico aéreo, indicó el primer ministro del país, Alexander De Croo, a la televisión pública flamenca VRT.
De Croo explicó que la medida se aplicará en un primer momento durante veinticuatro horas porque todavía se están realizando análisis científicos sobre la nueva variante de coronavirus. «No tenemos una respuesta concluyente», admitió.
Italia también suspendió los vuelos, y prohibió la entrada a las personas que hayan estado en el Reino Unido en los últimos catorce días, anunció el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, que precisó que la decisión ha sido comunicada a las autoridades de Londres.
Asimismo, el Gobierno austríaco ha prohibido el aterrizaje de aviones procedentes del Reino Unido, para atajar posibles contagios. «Tenemos que evitar por todos los medios que nos sea introducida esta peligrosa mutación del virus», señaló el ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, a la agencia APA.
Según los medios de Dublín, a esos cuatro países se unirá previsiblmente esta misma noche Irlanda, cuyo gobierno restringirá también vuelos y transbordadores procedentes del Reino Unido.
PAÍSES QUE ELIGEN ESPERAR
Otros países, como Portugal, han anunciado que no suspenderán al menos de momento los vuelos con las islas británicas.
Tras conocer el anuncio de varios países de suspender sus vuelos, España pidió a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y al presidente del Consejo, Charles Michel, una respuesta «comunitaria coordinada ante esta nueva situación».
A esa petición se sumaron Francia y Alemania, que también reclamaron a la UE una respuesta comunitaria conjunta.