
La familia del escritor y editor mexicano, Dr. Yahir Gerardo García-López, estuvo a punto de perder la vida la madrugada del 6 de julio de 2024 en el Hotel Alpino, ubicado en el barrio de Palermo, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, debido a una fuga masiva de monóxido de carbono en las habitaciones del establecimiento. El Dr. García-López, su esposa, la Dra. Patricia Villasana Rangel, y su hija de siete años, Lea Rivka, fueron trasladados de urgencia a centros médicos tras ser rescatados por amigos que notaron su ausencia en una reunión programada. Los tres presentaban un cuadro crítico por la exposición prolongada al gas tóxico: el Dr. García-López y la Dra. Villasana fueron internados en el Hospital Fernández, mientras que Lea Rivka recibió atención en el Hospital Pediátrico Gutiérrez.
El impacto en la salud de la familia ha sido severo. El Dr. García-López estuvo hospitalizado del 6 al 8 de julio, con revisiones posteriores; la Dra. Villasana permaneció en coma y bajo cuidados intensivos hasta el 12 de julio; y la menor, Lea Rivka, enfrentó una recuperación más prolongada, con internamiento hasta el 16 de julio, sesiones de cámara hiperbárica y supervisión médica adicional debido a los altos niveles de troponinas en su sangre, un indicador de daño cardíaco. A ocho meses del incidente, la familia aún enfrenta secuelas y requiere un año completo de tratamiento médico en México, lo que ha generado gastos significativos que hasta ahora no han sido cubiertos.
El Hotel Alpino, localizado en la calle Cabello 3318 y propiedad de Daniel y Florencia Tenembaum, fue clausurado el mismo 6 de julio tras el incidente, pero reabrió sus puertas cuatro meses después, lo que ha causado indignación en los afectados. La familia interpuso una denuncia penal por daños contra el hotel; sin embargo, no han recibido indemnización ni reembolso de los gastos médicos. La compañía de seguros SANCOR, con la que el hotel supuestamente tiene una póliza de amplia cobertura, se ha deslindado de responsabilidad mediante un breve correo electrónico, según documentación proporcionada por la familia. Aunque SANCOR mantiene comunicación con los afectados, no ha ofrecido una fecha concreta para el pago de la indemnización solicitada, y el hotel no ha asumido responsabilidad por lo que los García-López califican como una negligencia en su sistema de calefacción.
A casi un año del incidente, la familia sigue en busca de respuestas y justicia. «No solo enfrentamos las consecuencias físicas y emocionales de lo ocurrido, sino también la indiferencia de quienes deberían hacerse responsables», afirmó el Dr. García-López. Este caso pone en evidencia la necesidad de regulaciones más estrictas en la seguridad de hoteles y la urgencia de respuestas claras para las víctimas de negligencias que afectan su vida y bienestar.
Por: Zavianny Torres Baltazar.