Francia cerrará a partir del domingo sus fronteras con los países exteriores a la Unión Europea “salvo motivo imperioso”, para intentar frenar la propagación de la epidemia del coronavirus, anunció el viernes el primer ministro, Jean Castex.
“Cualquier entrada en Francia y cualquier salida de nuestro territorio con destino o proveniente de un país exterior a la Unión Europea será prohibida, salvo motivo imperioso, a partir del domingo a las 00:00 (20:00 del sábado en Chile)”, declaró Castex en un discurso televisado desde el palacio del Elíseo, sede de la presidencia.
A nivel interno, el gobierno decidió cerrar a partir del domingo las grandes superficies comerciales no alimentarias, de más de 20.000 m², y volver a imponer controles estrictos en el resto de supermercados para limitar el flujo de clientes.
Francia ha sufrido dos confinamientos a causa del coronavirus, el primero de ellos, al inicio de la pandemia, particularmente restrictivo.
“Aún nos podemos dar una posibilidad de evitar el confinamiento”, advirtió Castex, que asistió en el Elíseo a un Consejo de defensa convocado de forma urgente por el presidente Emmanuel Macron.
Francia registró cerca de 23.000 nuevos contagios en las últimas 24 horas, un nivel más bajo que el de países vecinos, pero aún demasiado elevado para los cálculos del gobierno.
La enfermedad ha matado a 75.260 personas desde el inicio de la epidemia, con 356 decesos en las últimas 24 horas.
Más de 11.000 personas tuvieron que ser hospitalizadas en los últimos siete días.
“La cuestión de un confinamiento es justificable ante estas cifras”, dijo Castex. De todas formas, el gobierno se da aún unos días para ver la evolución de la situación.
Francia se encuentra ya bajo un toque de queda que fue endurecido en enero, y que se aplica cada día a partir de las 18:00.