El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) indicó que recordar los actos de represión del 10 de junio de 1971 es un compromiso de que nunca jamás debemos de optar por el autoritarismo y ser respetuosos de la libertad de expresión y de no usar la fuerza y mucho menos la tortura, la desaparición, el asesinato de opositores.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, dijo que hoy se conmemora el 48 aniversario de ese trágico Jueves de Corpus Christi, el 10 de junio de 1971.
“El presidente nos ha instruido que, de cara al 50 aniversario que habrá de celebrarse en el año 2021, iniciemos un conjunto de rescate de espacios en donde se llevaron a cabo las actividades de tortura y exterminio de los hombres y mujeres disidentes al régimen en esos años”.
Adelantó que el día de hoy se inaugurará un memorial en lo que fueron las instalaciones de la Dirección Federal de Seguridad y que durante esos años fue uno de los lugares de desarrollo de este tipo de actividades ilícitas y autoritarias.
“Ese memorial se va a Circular de Morelia. Está en la calle de Morelia número 8, en la colonia Romita, Y con él se pretende recuperar la memoria y documentar las graves violaciones a los derechos humanos que se cometieron ese año, justamente en los sótanos de lo que fue la Dirección Federal de Seguridad y, en particular el lugar donde operaba la Brigada Blanca; y con ello se busca dignificar a las víctimas y contribuir a rescatar la memoria colectiva”, explicó Encinas Rodríguez.
Por su parte el historiador del arte y sobreviviente de la represión del Estado, Alberto Híjar, indicó que se trata de liquidar ese nombre ignominioso de Guerra sucia para mostrar la historia dialéctica de México que no es sólo la historia del Estado y las constituciones, sino las luchas populares.
“Esto entonces es la historia de México, esta historia dialéctica de constante relación de estos movimientos desde abajo y a la izquierda para ir construyendo la nación”, sentenció.
Asimismo, Martha Alicia Camacho , otra sobreviviente de la Guerra Sucia y académica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, rememoró que ella y su esposo fueron detenidos y torturados en 1977.
“De los casos de Sinaloa, mi caso por llamarlo de alguna forma, es el que tiene más evidencias, les he dado nombres, domicilios en la Femos, de nombre muy largo, pero de alcances nulos, y hasta la fecha es increíble que de Sinaloa es el caso que tiene más elementos y todavía no logramos ni justicia, ni el rescate de la memoria porque nos cerraron de nuevo los archivos de la GN, ni nada”, denunció.