Así como el presidente de la República ha supeditado la ley, los derechos y la justicia a consultas a todas luces inconstitucionales, hoy Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, validó la inconstitucional decisión de ampliar la presidencia que le obsequió Andrés Manuel, con el ridículo argumento de que es por respeto a una “decisión” del Poder Legislativo.
Al presidente de la Corte se le olvida que hay una Carta Magna, que en ella se consagra la división de poderes y que él representa al órgano que debe ser guardián de la Constitución y contrapeso del Ejecutivo y el Legislativo.
Queda claro que el presidente de la Corte deshonra su investidura y ratifica que es un sumiso más del Ejecutivo.
Esto no se trata de un abuso más de Andrés Manuel, hoy lo que está en riesgo es el estado de derecho y la República misma.