Redacción
CIUDAD DE MÉXICO.- La ex candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y presidente de Alto al secuestro, Isabel Miranda Torres, reconoció a la prensa su responsabilidad en las torturas a sus inculpados del supuesto secuestro y homicidio de su hijo, fabricado en julio de 2005, a quienes se les ha aplicado valoraciones psiquiátricas y protocolos de Estambul con resultados de alto nivel de estrés postraumático por torturas en prisión federal.
En entrevista con la agencia de noticias del Estado mexicano Notimex, Miranda Torres confesó: “yo los pude haber mandado matar, no nada más golpear. Yo los pude haber levantado como hicieron ellos con mi hijo, los hubiera desaparecido de la faz de la tierra ¿y sabe qué? No me arrepiento, a pesar de haber vivido 14 años encadenada a un proceso, lo volvería a hacer, porque mi alma y mis principios valen más que estos miserables y que los ruines que ahora los defienden”, en alusión a Jacobo Tagle Dobín, Brenda Quevedo Cruz, Arbert y Tony Castillo, George Khoury Layón, César Freyre y Jael Malangón Uscanga.
Isabel Miranda también se refirió a la periodista Guadalupe Lizárraga, quien desde mayo de 2014 ha investigado el caso, y ha publicado más de 100 reportajes, notas y videos sobre la fabricación del secuestro, además del libro El falso caso Wallace, y haber presentado en conferencia de prensa en el Senado mexicano, acompañada de la senadora Nestora Salgado, al padre biológico de Hugo Alberto Wallace, el doctor Carlos León Miranda, primo hermano de Isabel.
Las víctimas de la fabricación del secuestro Wallace -quienes han sido señaladas como una “banda de secuestradores” que el 11 de julio de 2005 habrían secuestrado, asesinado y mutilado al hijo de Miranda-, han denunciado las torturas a las diferentes intancias de derechos humanos a nivel nacional e internacional. En el caso de Jacobo Tagle Dobín, los resultados de su Protocolo de Estambul fue un documento de 80 páginas en el que narra cómo lo han golpeado, intentos de asfixia, ahogamiento, toques eléctricos y violación por parte de los mismos custodios y agentes del Ministerio Público de la Federación, de PGR, entre éstos identificados Braulio Robles Zúñiga y Osvaldo Jiménez Juárez.
Estos mismos agentes fueron identificados como sus torturadores también por Albert Castillo y Brenda Quevedo Cruz. En el caso de Quevedo, sus valoraciones psiquiátricas revelaron un alto nivel de estrés postraumático, pero no se pudo completar el Protocolo de Estambul debido a la injerencia de Isabel Miranda en el proceso.
El cúmulo de evidencias y denuncias en su contra se han compilado en dos carpetas de investigación, una por secuestro en grado tentativa contra Lizárraga, y otra por la fabricación de pruebas como la gota de sangre plantada en el supuesto lugar de los hechos para sostener que Hugo Wallace era hijo biológico de Enrique Wallace Díaz, y que la sangre era prueba contundente de que lo habían asesinado.
Ya en un tono desesperado, la presidente de Alto al Secuestro, también recriminó que existan quienes “se atreven a defender y exculpar a los criminales”, pues afirmó que los inculpados también están recluidos por otros homicidios, de los que se han presentado evidencias de la fabricación como es el caso de George Khoury Layón, a quien el Grupo de Trabajo de Detención Arbitraria de Naciones Unidas ha pedido su liberación de inmediato al Estado mexicano.
Miranda, por segunda vez, pidió un encuentro con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para que conozca su caso y su expediente, “que sepa que es (sic) mentira las cosas que están diciendo y que bueno, vea mi expediente, todas las pruebas que hay (…) yo lo único que pido es ser escuchada”.
Ante los señalamientos de Enriqueta Cruz, madre de Brenda Quevedo Cruz, de que su hijo está vivo, Isabel Miranda dijo que “quien afirme que mi hijo está vivo que lo presente a más tardar el 5 de octubre”, periodo en el concluye el plazo para obtener el millón de pesos que ofreció a quien le devuelva a su hijo con vida, pero de lo contrario, reiteró que serán exhibidos por tratar de lucrar con “la pena ajena”. No obstante, la periodista Guadalupe Lizárraga, respondió que el verdadero reto era para las autoridades, que debían terminar esta impunidad del falso secuestro Wallace que mantiene en prisión a ocho personas inocentes.