Italia experimentó una repentina alza de casi 1.000 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, según datos oficiales de este viernes, lo que hace temer el surgimiento de una segunda ola de la pandemia.
Durante los últimos meses, Italia hizo gala de prudencia a la hora de mantener ciertas restricciones entre la población, pero este viernes informó que había registrado 5.372 nuevos casos. Una cifra que se aproxima a las que registraba a mediados de abril (el país había llegado a su peak de contagios pocas semanas antes, el 21 de marzo de 2020).
“Estamos bajo presión extrema”, reconoció el consejero de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Walter Ricciardi, que informó que los hospitales están enfrentándose a una creciente penuria de camas.
Italia está aún lejos de las cifras de Francia y España, que oscilan entre los 12.000 y 19.000 nuevos casos al día.
Pero Ricciardi advirtió que el alza de contagios puede acabar siendo descontrolado.
“Cuando llegue la gripe corremos el riesgo de sufrir 16.000 casos al día”, indicó en una entrevista con la cadena Sky TG24.
“Estoy muy preocupado porque (…) algunos pacientes infectados necesitan cuidados especiales y nos estamos quedando sin camas. Y eso antes de que llegue la gripe”, advirtió.
El gobierno decretó a principios de semana la obligación de portar mascarilla también al aire libre.
La región de la capital, Lazio, presenta una situación particularmente alarmante, junto con Campania en el sur y Lombardía en el norte, donde empezó la pandemia en febrero.
Más de 36.000 personas han muerto por coronavirus en Italia, que mantuvo a su población confinada durante más de dos meses.