Por: Zoila Juárez
El tenor internacional Edilberto Regalado Ordoñez que migró de Juchitán a la CDMX para estudiar ingeniería química, ofreció un concierto operístico en el Teatro Macedonio Alcalá, demostrando que su egreso del Conservatorio Nacional y la beca que ganó en el Opera Estudio de la casa Zürich, en Suiza, pulieron su sofisticada y natural técnica en su repertorio de 55 roles principales.
Esta vez interpretó a los paisanos Álvaro Carrillo Un poco más, Chuy Rasgado El penúltimo beso, Samuel Mondragón Llévame Oaxaqueña y Sabás Carrasco Bizuriqui, “esa larva del zancudo bromista que tiene una trompita y al beber pareciera estar en cuclillas en la jícara del bu’pu’ (atole de espuma). En fiestas del santo, un perro ladra a los hijos, un jicalpextle lleva mi esposa en la cabeza rumbo a la boda y en su pañuelo, un cigarro que fumaré cuando vuelva”, tradujo el tenor.
También en didxazá (zapoteco) bailó una Martiniana bilingüe, pero el español desapareció al entonar Bacaanda’ (sueño) que César López se adjudicó desde la cárcel, luego de asesinar a la madre de su hijo recién nacido, Rosa Teru’, hija del compositor Juan Stubi, a quien casualmente se le extravió la libreta de canciones que la difunta guardaba. Una noticia que el periodista Macario Matus presenció en 1970, publicado con pruebas judiciales por otro testigo, el poeta Víctor de la Cruz en www.cortamortaja.com.mx .
Es la historia de sus amigos, los hijos de aquella tabernera y con respeto Edilberto prefirió contar para Cdmx Press la hermosura de este Sueño que no pudo provenir de un asesino: “Dormido en la hamaca bajo el almendro vino a mi sueño una mujer de ojos grandes y pelo largo, Dios la mandó para mí, dice la letra que reclama y expresa tristeza pues se enamoró tanto que ya no quería vivir para ir junto al ser onírico”.
Ésta es la “magia de la música juchiteca” que el cantor radicado en Eisenach, Alemania desde 1997 quiere transmitir al mundo, por eso vuelve frecuentemente al Festival Cervantino, apertura la primera Feria de las Lenguas Indígenas Nacionales, participa en misa de la Catedral oaxaqueña para priorizar obras en su lengua materna y música tradicional mexicana en mixteco y en náhuatl.
Afirma que “los juchitecos estamos orgullosos de nuestra lengua, comparado con otras regiones, no nos apenamos ni tememos ser discriminados”. Para él es una bendición hablar lengua indígena, pues le ayudó a cantar alemán, francés e italiano. Por eso con Linda Oaxaca de Jacobo Kendis enarbola su amor por esa capital de “bellas casas que conglomera todas las regiones, coloridos vestuarios como su gente. En Pinotepa aun hablan de usted, un trato amable”.
Para quien ha colaborado en importantes casas operísticas alemanas como Schwerin, Koblenz y Rudolstadt, esto ofrece su Guelaguetza en sones istmeños. “La Sandunga de gente noble, que la banda la hace majestuosa, reúne en el aire la energía de nuestros ancestros y Reina, de la gente del estado. Por eso se nota el trío que nos identifica ¿para qué entraría el piano? Una historia de desamor, La Llorona: ¿por qué lloras virgencita? Calla, la gente te verá; es que un joven jugo conmigo”, esto transmito porque amar y vivir me conmueven enunció Regalado.
El chiste es la tradición finaliza el músico indígena de trayectoria mundial que aprende nuevas óperas cada dos meses, no adelanta proyectos hasta no concretarlos, que en estos días visitará la Cdmx para retomar la pláticas con la Secretaria de Diversidad Cultural, Natalia Toledo, y que por ahora es transmitido en vivo para mostrarnos su rincón maravilloso de Oaxaca donde el idioma es sincero, ingenuo y franco:
Escucha al hombre que saltó al audicionar en Nueva York, cuando participaron 700 cantantes del planeta: