Un nuevo recorte en el Gobierno Federal, que la 4T anunciará seguramente como austeridad replublicana, fue ordenado ayer a través de la Secretaría de la Función Pública a cargo de Irma Eréndira Sandoval. La totalidad de las instancias federales deberán reducir en 50 por ciento el presupuesto para servicios generales y gastos de operación; las áreas administrativas deberían desde ahora pagar sólo lo que ya está contratado y evitar adquisiciones nuevas.
Esta medida, anticipada por el presidente López Obrador en varios comentarios, corta de tajo la posibilidad de que servicios de empresas particulares o instituciones públicas sean contratados de aqui en adelante.
La instrucción fue entregada a las dependencias mediante una circular fechada el 8 de abril bajo el número 100/02/2020, con rúbrica de la propia Sandoval y con copia al Ejecutivo al titular de Hacienda y a la Oficial de la misma Secretaría de Hacienda que controla actualmente la totalidad de contratos federales.