Gobiernos de América Latina y el Caribe, así como prominentes políticos de la región se han pronunciado este domingo luego de conocerse la dimisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, que se produjo tras una ola de renuncias en su gabinete, la sublevación de las Fuerzas Armadas y las protestas violentas de la oposición en varias ciudades del país, desde que se anunciara su triunfo electoral.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su condena categórica al «golpe de Estado consumado» contra su homólogo boliviano, y afirmó que «los movimientos sociales y políticos del mundo» se han declarado «en movilización para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo».
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, fue uno de los primeros en manifestar el repudio de La Habana a la situación en Bolivia y expresó la solidaridad de la isla con el saliente mandatario, tras hacer un llamado a una «movilización mundial por la vida y la libertad de Evo».
En esa misma línea, la líder del partido Morena en México, Yeidckol Polevnsky, consideró que los acontecimientos en Bolivia son un «duro golpe a la democracia en América Latina» y un precedente para «el regreso a la violencia». «Exigimos respeto a la vida, la libertad y la integridad de los bolivianos», agregó.
La cancillería colombiana, por su parte, emitió un comunicado oficial para solicitar el acompañamiento de la comunidad internacional para «un proceso de transición pacífico» y la solicitud de una reunión urgente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para hacer una análisis de los acontecimientos.
La activista y dirigente de la izquierda colombiana Piedad Córdoba también rechazó el «golpe de Estado» contra Morales y destacó que la dimisión se produjo pro una «oleda de violencia». «Van por el estaño, la plata, el cobre y toda la riqueza minera de Bolivia. ¡Volverá el FMI, las privatizaciones, eliminarán subsidios!», agregó.
El presidente Evo Morales ha comunicado su renuncia este 10 de noviembre tras una escalada de tensión tras los resultados de las elecciones generales que derivó en una ola de protestas y violencia en el país sudamericano.
Previamente, tanto el jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia habían sugerido la dimisión del mandatario para buscar la estabilización de la nación.