Arribó a la Ciudad de México la caminata por la paz encabezada por los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD). Disminuidos en fuerza y número en comparación con lo vivido hace 9 años, cuando Julián LeBarón encabezó una movilización similar, los manifestantes llegaron con claras muestras de fatiga a la primera caseta de la Autopista México-Cuernavaca y, trasladados previamente en autobuses a su último punto, durmieron en la capital del país.
Este sábado tendrán eventos en la Estela de Luz y hasta el domingo marcharán al Zócalo.
La marcha inició el pasado jueves a las 9:00 horas en la Glorieta de la Paloma de la Paz, en la zona norte de Cuernavaca, Morelos. Los activistas por la paz Javier Sicilia y Julián LeBarón fueron los encargados de encabezar esta caminata que contó con la participación de diversos grupos sociales, entre ellos el colectivo Siempre Vivos originario de Chilapa, Guerrero.
En punto de las 16:20 horas de este viernes, el contingente llegó a la caseta de peaje de Tlalpan, en sus filas se podía ver a niños, jóvenes y adultos mayores marchar mostrando pancartas de sus familiares desaparecidos mientras grataban consignas. “Yo soy uno de los cien que asesinaron”, retumbaba el grito.
Concepción madre proveniente de Guerrero relata a Crónica la experiencia de participar en esta movilización y, con lágrimas, contó la desaparición de su esposo: “Vengo con mis dos hijas, han pasado 3 años de la desaparición de mi esposo y hasta ahora ni las autoridades, ni este gobierno me han dado respuesta; espero que se haga justicia y mis hijas puedan volver a abrazar a su padre”.
Lupe, una joven de 25 años perteneciente al grupo Siempre Vivos, compartió la desgarradora y trágica muerte de su esposo: “Hombres armados llegaron a mi casa, rompieron la puerta y sacaron a mi esposo a la calle. Frente a mis ojos lo quemaron y no pude hacer nada” dijo.
Los rostros de cansancio se hacían presentes en punto de las 17 horas, cuando el conglomerado llegó a su primera parada el Heroico Colegio Militar, en donde LeBarón agradeció “a todos los presentes, agradezco infinitamente el apoyo recibido a lo largo de esta caminata, tenemos que dejar a un lado nuestros prejuicios y dejar en claro que todos somos mexicanos”.
En efecto, en algunos puntos de la caminata, el grupo parecía aumentar, para después reducirse nuevamente.
Javier Sicilia recalcó que actos violentos en contra de familia y amigos no son otra cosa que el efecto de una falta de atención por parte de las autoridades.
Sicilia dijo que “es momento de tomarnos de las manos y salir juntos a marchar como hermanos; estos actos (violentos) no pueden quedar impunes”. Sicilia y Lebarón se mantuvieron durante la caminata de este viernes, aunque se prevé que este sábado ellos sean parte de la avanzada que acampará frente a Palacio Nacional.
En entrevista, LeBarón compartió el traumático proceso que ha vivido y ha dejado secuelas no sólo en él, sino en toda la comunidad mormona del norte del país. “Nosotros no somos ni fifís, ni ricos, somos el pueblo y exigimos justicia”.
Antes de concluir, LeBarón y Sicilia exhortaron a todas las personas a unirse a la marcha que se llevará a cabo el próximo domingo en punto de las 9 de la mañana en la Estela de la Luz, donde la mayor parte de la caminata pernoctará este sábado, y que tiene como destino el zócalo capitalino, frente a un Palacio Nacional que, se sabe, no contará con la presencia del Presidente, pero sí de autoridades de Seguridad Pública que habrán de recibir a la marcha por la paz de este año.