El pensar en contraer la enfermedad, perder el empleo o la reducción del salario, está provocando ansiedad, miedo, tristeza y depresión entre la población.
Al no tener seguridad económica, la incertidumbre financiera y laboral producida por la pandemia del COVID-19, así como la sensación aislamiento dictado por el Gobierno, origina una serie de sentimientos de fragilidad en la sociedad, al ver limitados sus planes a futuro, creando un desequilibrio emocional.
El COVID-19 puede resultar estresante para las personas generando diversas emociones, tanto en adultos como en niños. El aislamiento hace que las personas cambien sus actividades normales, provocando cambios de humor, en el estado de ánimo y en el sueño, sobre todo en el caso de los jóvenes y niños que siempre están muy activos.
Este problema de salud mental está vigente desde antes de que la pandemia se presentara en el País. En el periodo de 2014 y 2019, los casos de depresión crecieron 106% en hombres y 73% en mujeres.
Por su parte el INEGI, indico que en el 2018, de los 6,808 suicidios registrados, los grupos de edad donde se concentra el mayor número de casos son el de menores de 19 años, y el de 20 a 24 años de edad.
En el primero, la suma fue de mil 29 (229 tenían entre 10 y 14 años, y 800 de 15 a 19); en el segundo, la suma fue de 1,035. En conjunto, suman 2,064 casos que representan el 30.3% del total.
El 20% de los niños y adolescentes del mundo tienen trastornos o problemas mentales. De ellos, la mitad presenta este tipo de problemas alrededor de los 14 años y varios países de los que tienen el porcentaje más alto de adolescentes menores de 19 años con trastornos psicológicos, según la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Considero de vital importancia que se realicen campañas de atención psicológicas, con la finalidad de atender la salud mental ante la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo.
Para los niños y jóvenes el ser escuchados sirve como apoyo, y de herramienta a todos aquellos que están pasando un momento complicado en sus vidas, por lo que creo imprescindible que ante la pandemia, es necesario brindarles apoyo psicológico cuando sientan que no pueden manejar alguna situación.
Hace unos meses presente una Iniciativa de ley, la cual se aprobó en comisión para modificar la “Ley de los Derechos de las personas jóvenes de la Ciudad de México” en la cual se incluye la prevención de suicidio y auto lesiones mediante la atención del más alto nivel de salud integral posible.
Llamamos a una consideración de las medidas no solo en atención a la pandemia del coronavirus, sino también a las consecuencias en términos de salud mental y riesgo suicida que pueden tener para la población.
Por lo cual, considero necesario la implementación de atención psicológica a través de líneas telefónicas, con la finalidad de atender a todas las personas que se encuentren en riesgo, hacerles saber que no están solas en los momentos donde parece no haber una salida a los problemas.