El sindicato de la Policía de Kenosha en Wisconsin, EE.UU., ofreció su propia versión de la agresión contra el afroamericano Jacob Blake y aseguró que el hombre iba armado con un cuchillo y “luchó con fuerza” contra los agentes, informaron este sábado medios locales.
Blake, quien el pasado domingo resultó herido tras recibir siete disparos en la espalda, supuestamente se resistió cuando los agentes trataron de arrestarle y llegó a hacer una llave a uno de los policías, de acuerdo al relato del sindicato, que afirmó que su recolección de los hechos es “real e indiscutible”.
Según el sindicato, los agentes también intentaron inmovilizar a Blake al dispararle dos veces con unas pistolas eléctricas conocidas como “tasers” y que dan descargas de hasta 50 mil voltios.
Blake supuestamente se resistió y acabó recibiendo siete disparos en la espalda, que le han dejado paralizado, de acuerdo a su familia.
Hasta ahora, la información de lo ocurrido proviene de un video grabado por un transeúnte y que fue difundido rápidamente por redes sociales, lo que provocó protestas del movimiento “Black Live Matters” (las vidas negras importan), muy activo desde el asesinato en mayo de George Floyd.
En ese video, se ve cómo un agente trató de detener a Blake, quien ignoró las órdenes e intentó ingresar en su vehículo, momento en el que el agente le disparó por la espalda siete veces.
Esta semana, salió a la luz un segundo video en el que se aprecia un breve enfrentamiento entre Blake y los dos agentes implicados en el suceso, pero no sirve para respaldar las acusaciones del sindicato policial.