Pues resulta que Alejandra Ezeta, quien estuvo al frente de la Dirección de Comunicación social de la CNDH está causando ruido después de que corriera la voz sobre las arbitrariedades cometidas por la exjefa contra sus trabajadores, a consecuencia de las que, se rumora, fue finalmente cesada de sus funciones. Ezeta está diagnosticada con trastorno bipolar, lo que seguramente explica su eufórica conflictividad; pero hay que aclarar que una enfermedad mental no sirve como justificante para la prepotencia o las faltas de respeto, ni para cesar a una persona por tener Covid-19. Consideremos además que todo esto ocurrió en un organismo autónomo que se dedica a proteger los derechos humanos.
Ezeta rechazaba cualquier idea que pudiera evidenciar su desorden y la falta de trabajo que la caracterizaba en la Comisión. Se dice que apenas una vez pisó su oficina en el edificio Jorge Carpizo y que se dedicaba a espiar paranoicamente las actividades de los altos funcionarios en vez de hacer su chamba. Lo que es verdaderamente indignante, es que un personaje como ese pudiera estar desempeñando un cargo con un salario tan oneroso comparado con la media de lo que percibe un mexicano preparado a nivel superior.
En su faceta feminista, Ezeta dejó múltiples denuncias por misoginia, empleando el tema de moda como garantía de victimización para salirse siempre con la suya. Así lo hizo con su marido, y ahora Ezeta señaló al Secretario Técnico de la CNDH, Francisco Estrada como misógino, estrategia que buscaba aferrarse a toda costa a la Dirección de Comunicación de la CNDH y así mantener sus ingresos sin hacer nada. Lo que de verdad asusta—quizá es inherente a su enfermedad—es que Alejandra la feminista, defensora del pueblo y de la dignidad, dejara regados en su cuenta de Twitter un montón de comentarios misóginos, clasistas y discriminatorios, impropios de una persona que ostenta un cargo tan importante en una institución cuya máxima es el respeto.
En sus refinados Tweets, Ezeta nos regala un nuevo manual para la protección de los derechos humanos: “ama a tu prójimo como a ti mismo…aunque sea naco y pobre”, “si no es que sea golfa, es pendeja”, “mucho leer a sor juana [sic.] pero te comportas como una puta”, “en el colmo de lo chafa, @m_ebrard se llevó a los alcaldes a garibaldi, donde sólo hay putas y borrachos (conapreeed)”, “un puto de escuela”, “tipo naco mezclado con abajofirmante…” y otras joyas comprenden el breviario de la experta, a la que sin duda le sugerimos no tomar como ejemplo.