Atenas [EFE]. En medio de la primera ola de calor de la temporada y con temperaturas que se acercaron a los 40 grados, cientos de griegos acudieron este sábado a las playas, que abrieron bajo estrictas reglas de higiene y distanciamiento físico por el coronavirus.
Algunas de las playas que rodean Atenas alcanzaron ya a primeras horas de la mañana su capacidad máxima y muchas personas tuvieron que buscar otros lugares para darse el primer chapuzón.
En algunos sitios drones sobrevolaron la costa con altavoces en los que se advertía a los bañistas a mantener las distancias seguras recomendadas por las autoridades sanitarias.
En el más de medio millar de playas organizadas que hay en el país se han impuesto una serie de reglas que, entre otras cosas, obligan a que se controle el número de personas que acceden a ellas y se límite a 40 bañistas por cada mil metros cuadrados el número máximo de visitantes.
Además, debe haber una distancia mínima entre cada sombrilla y un máximo de dos hamacas por parasol, salvo si se trata de familias con niños.
Entre las hamacas pertenecientes a distintas sombrillas debe haber al menos un metro y medio de distancia.
Los chiringuitos (pequeños establecimientos) no pueden preparar alimentos in situ y tan solo tienen permitido vender productos empaquetados. Además, no pueden vender bebidas alcohólicas.
El personal de las playas está obligado a desinfectar las hamacas cada vez que se marcha un cliente y los bañistas están obligados a colocar una toalla sobre las tumbonas.
Con este primer test de encuentro social, al que se sumará el próximo lunes la apertura de sitios arqueológicos y museos, y una semana después la de restaurantes y cafeterías, Grecia se está preparando para poder salvar al menos parcialmente la temporada turística.
La semana próxima el Ejecutivo del conservador Kyriakos Mitsotakis, presentará un plan global para el turismo (genera más del 25 % del PIB nacional) que se basará en cuatro pilares: los protocolos sanitarios, el transporte, las relaciones laborales en el sector y el apoyo financiero a las empresas del turismo.
Mitsotakis señaló esta semana que espera que a partir del 1 de julio Grecia esté en condiciones de recibir turistas “bajo un protocolo de condiciones que sean favorables tanto para los que quieren viajar como para la industria del sector”.