* Los filtros de partículas con los que deben contar reducirán la emisión de éstas en más del 95%
* Para evitar la contaminación auditiva, el ruido al interior deberá ser menor a 80 decibeles con el vehículo en funcionamiento
* Además de estándares ambientales, las unidades cumplirán con estándares de accesibilidad y seguridad vial semejantes a los que se han priorizado para la compra de nuevas unidades de sistemas de la Red de Movilidad Integrada
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de marzo de 2021.- Como parte del trabajo de esta administración para mejorar integralmente el servicio de transporte y la calidad del aire en la Ciudad, la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) y la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) establecieron los estándares medioambientales que deben cumplir las nuevas unidades de transporte concesionado. Ahora contarán con sistemas de control de partículas para reducirlas en más del 95% de lo que emiten autobuses que no cuentan con esa tecnología.
Pruebas recientes realizadas por la SEDEMA muestran que los autobuses sin estos filtros emiten entre 1.5 y 6 millones de nano partículas por centímetro cúbico de gas que sale por el tubo de escape; en tanto que, los autobuses con las trampas reducen su emisión a 100 mil. Estos contaminantes, por ser tan pequeños, pueden impactar seriamente la salud de las personas.
En el caso de la contaminación auditiva, el ruido al interior del vehículo deberá ser menor a 80 decibeles con el vehículo en funcionamiento.
Adicional a lo anterior, a partir del año 2022, las nuevas unidades a diésel deberán tener equipo de control avanzado de óxidos de nitrógeno para reducir, al menos 70% la emisión de dicho contaminante.
Estas unidades nuevas, que son parte del el Programa de Renovación de unidades de transporte público concesionado de ruta y corredores del Gobierno de la Ciudad, además de ser amigables con el medio ambiente, contarán con estándares de seguridad vial y accesibilidad universal, como Sistema de Posicionamiento Global (GPS), instalación de cámaras de video de circuito cerrado, frenos ABS de operación neumática, espejos retrovisores exteriores e interiores para la óptima visibilidad del operador y minimizar puntos ciegos, así como plataforma para ascenso y descenso y puerta trasera con el ancho suficiente para permitir el libre paso de personas usuarias de silla de ruedas.
Todos los estándares de calidad (ambientales, de seguridad vial y accesibilidad) son similares a los que se han priorizado para la compra de nuevas unidades de sistemas de la Red de Movilidad Integrada, como de Metrobús, de la Red de Transporte de Pasajeros (STE) y del Servicio de Transportes Eléctricos (Trolebuses).
El programa de sustitución de unidades inició con la chatarrización de 810 autobuses por un monto de 334.3 millones de pesos en 2020 y planea, para 2023, sustituir un total de 6 mil con una inversión anual promedio de casi 900 mdp, priorizando la sustitución de microbuses grises que tienen hasta 30 años de servicio y que, además de contaminar ostensiblemente, representan riesgos en términos de seguridad vial y carecen de estándares de ergonomía y accesibilidad.
Desde 2019, la SEDEMA y la SEMOVI han trabajado coordinadamente en el análisis de normas técnicas dentro del Programa de Sustitución de Taxis, para contar con los mejores estándares de eficiencia en el uso de combustible, mantener bajas emisiones y también de autos híbridos y eléctricos.
El Gobierno de la Ciudad de México seguirá trabajando para mejorar, de manera integral, el servicio del transporte público de pasajeros y la implementación de medidas que reduzcan la contaminación del aire y así beneficiar la salud de las personas que habitan y transitan en la ciudad.