El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva realizó este miércoles un fuerte alegato a favor de las vacunas contra la covid-19 y pidió a los brasileños no acatar «ninguna decisión imbécil» del mandatario Jair Bolsonaro sobre la pandemia, cuya gravedad el líder ultraderechista niega.
«Quiero hacer propaganda para que el pueblo brasileño no siga ninguna decisión imbécil del presidente de la República o del ministro de Salud (Eduardo Pazuello). ¡Acepten la vacuna!», dijo Lula, en su primera aparición pública después de que un juez de la Corte Suprema anuló las condenas en su contra por supuesta corrupción.
La decisión del magistrado Edson Fachin le permitió al exmandatario recuperar sus derechos políticos y eventualmente volver a ser candidato presidencial en 2022, comicios a los que Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, pretende presentarse para su reelección.
Lula compareció en la sede del sindicato de los metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo, y cargó duramente contra el Gobierno de Bolsonaro, en el poder desde 2019.
«Este país esté totalmente desordenado porque este país no tiene Gobierno. No cuida de la economía, no cuida del empleo, de los salarios, de la salud, no cuida del medioambiente, de la educación, de los jóvenes, de la periferia, ¿De qué cuidan entonces?, manifestó.
Lula, de 75 años, dijo que Bolsonaro «no fue nada en su vida» y que la covid-19 «está tomando cuenta de este país», donde el nuevo coronavirus ha causado ya cerca de 270.000 muertes y más de 11,1 millones de casos.
Aseguró que, «si Dios quiere», se aplicará la vacuna contra la covid la semana que viene y que no le importará de qué país venga la dosis, en alusión a las críticas que vertió Bolsonaro, anticomunista declarado, contra algunas fórmulas y en especial las provenientes de China.
«Muchas muertes podrían haber sido evitadas», añadió el máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula denunció que Bolsonaro, que censura el uso de la mascarilla y la imposición de medidas de distanciamiento para contener los contagios, está más preocupado con que «el pueblo tenga más armas».
«Este pueblo no está precisando de armas, está precisando de empleo, salario, de libros», apuntó.