Al momento en que el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezaba una supervisión de las acciones de apoyos para los damnificados por el huracán Grace en el recinto ferial de Huauchinango, Puebla, poco más de unas 250 personas dieron portazo e ingresaron al inmueble.
Para ingresar se dispusieron hasta tres filtros de seguridad, pero en cada uno ya había grupos de decenas de personas que los habían cruzado y reclamaban su inclusión en los planes de auxilio.
El personal de la ayudantía y de seguridad se vieron rebasados cuando ya habían tomado el micrófono el gobernador Miguel Barbosa, los secretarios de la Defensa Nacional, Bienestar, y la coordinadora nacional de Protección Civil. Fue a medio discurso del mandatario, cuando tuvo que interrumpir su mensaje ante los gritos y empujones de la gente.
Explicó que las inconformidades, como las de este domingo, se deben a que los apoyos se entregan ahora de manera directa a los afectados luego de hacer un censo.
En ese momento, los manifestantes lograron ingresar al recinto ferial y se colocaron alrededor de los funcionarios federales.
“¿Me van a escuchar?, ¿van guardar silencio?, ¿me van a respetar?” expresó el presidente.
Ante la afirmativa, dio cuenta de la entrega de apoyos programada, pero insistió que se realizará de manera directa, sin intermediarios.
Frente a la petición de algunos manifestantes de ser escuchados, agregó: “Yo entiendo que ustedes quisieran verme a mí, que yo les atendiera personalmente, porque todos tienen sus problemas pero tenemos que buscar la manera de comunicarnos porque somos millones y desgraciadamente hay muchos problemas grandes y graves problemas nacionales”.
Adelantó que una vez que concluya la vacunación contra Covid-19, a finales de este mes, se harán actos en las plazas públicas, y “ya quiero que el día 20 de noviembre, aniversario de la revolución llenemos de nuevo el Zócalo de la ciudad de México para estar ahí todos”.
Desde el momento en que el presidente salió de su hotel, donde pernoctó en la zona centro de Huauchinango, ya había decenas de manifestantes esperándolo. Una comitiva fue recibida por unos minutos para exponer las denuncias de habitantes de distintas comunidades.
Mientras que en la entrada del recinto ferial había personas que portaban pancartas con las que reclamaban que no habían sido contemplados en el censo de damnificados por el huracán.
Luego de ingresar en el sitio, López Obrador instruyó al secretario de Bienestar, Javier May, y a la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quienes escucharon las demandas y encabezaron una mesa con los habitantes de la demarcación.
El tabasqueño anunció que debía seguir su recorrido, ya que tiene programado en acto más en Apizaco, Tlaxcala. Concluyó con un “viva Huauchinango, viva Puebla, viva México”, que fue coreado por los manifestantes.
Fuente: La Jornada.