México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en el mundo, superando a Siria con una guerra reconocida, el último asesinato de un comunicador fue el de Francisco Romero, con el que se alcanzan 10 durante el primer semestre de 2019.
La Asociación de Periodistas Desplazados lleva el registro de los periodistas asesinados; los últimos dos son Telésforo Santiago Enriquez, de Oaxaca, y Francisco Romero Díaz, en Quintana Roo.
En su último informe, la Asociación contabilizó 45 ataques a periodistas, 23 mujeres, 22 hombres, 2 ataques a blogueros, 4 páginas a de internet, 3 estaciones de radio comunitarias, y tres edificios de periódicos.
Entre las agresiones también se contabiliza la anomalía que se registró en NOTIMEX: su reportaje que publicó para desprestigiar a un periodista asesinado y la campaña de desprestigio contra el reconocido periodista, Brozo.