Los neoyorquinos no podrán consumir en el interior de bares y restaurantes a partir del lunes, anunció este viernes el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que justificó esta decisión por el aumento de las infecciones de COVID-19 y las hospitalizaciones.
“Las hospitalizaciones no se han estabilizado y con el aumento del índice de infección y la densidad de la ciudad de Nueva York, significa que el consumo en los interiores supone un riesgo muy elevado”, dijo el gobernador, que insistió en que seguirá estando permitido el consumo en las terrazas y el envío de comida a domicilio.
Desde el pasado 30 de septiembre, los locales de la ciudad podían servir comidas y bebidas en su interior, aunque el aforo máximo se había reducido al 25 % de su capacidad.
Con esta medida se intentaba compensar la caída de clientes provocada por la bajada de las temperaturas en la ciudad, que no invita al consumo en el exterior.
Cuomo hizo este anuncio en su rueda de prensa diaria en la que aseguró que el índice de transmisión de la enfermedad se sitúa en el 1,3 % y el de personas que han dado positivo en las pruebas de COVID-19 en el 4,98 %.
El gobernador explicó que entre el 10 de noviembre y el 10 de diciembre pasados el número de personas hospitalizadas en el estado subió de 1.540 a 5.159.
También desveló que según los últimos datos recogidos, los restaurantes y los bares constituyen el quinto lugar donde se producen más contagios, con un total del 1,43 por ciento de los casos.