La ONU consideró hoy que los Carabineros de Chile son responsables de la mayoría de violaciones de derechos humanos ocurridas en las protestas que empezaron y continúan desde mediados de noviembre, aunque indicó que las investigaciones nacionales deben determinar las responsabilidades individuales.
La reacción ante protestas que eran pacíficas fue «represiva» y «Carabineros utilizó fuerza no letal con el objetivo de dispersar a la gente y evitar que llegaran a los puntos de encuentro», dijo la jefa de una misión de la ONU que visitó Chile, Imma Guerras-Delgado.
«Las violaciones que hemos documentado incluyen uso excesivo e innecesario de la fuerza, lo que llevó a muertes ilícitas y heridos, detenciones arbitrarias, tortura y malos tratos, incluida violencia sexual», sostuvo en una rueda de prensa.
La gravedad de la situación se acentúa en vista de que ciertas violaciones ocurrieron de forma «recurrente en tiempo y en espacio», en particular el mal uso de armas no mortales -en particular material antidisturbios y gases lacrimógenos- y maltratos durante la detención.
Guerras-Delgado dijo que el número de personas heridas en las manifestaciones varía notablemente, según las fuentes, y oscilaría entre 3.500 y 11.000, de las cuales aproximadamente 350 fueron heridas en la cara o en los ojos con perdigones que contenían plomo, un hecho que la misión denunció con firmeza.
Varios de esos heridos resultados con traumas severos y dos perdieron totalmente la vista.
«Hay razones fundadas para creer que se usaron armas menos letales de manera inadecuada e indiscriminada, lo que contraviene los principios internacionales destinados a minimizar el riesgo de heridas», señala el informe preparado por la misión que pasó tres semanas en Chile realizando sus indagaciones.
En total, el equipo realizó 235 entrevistas a víctimas y sus familiares, así como a 60 carabineros, incluidos algunos que también habían resultado heridos en las protestas, en una investigación que les llevó a siete regiones del país.
Los enviados por la Oficina de la alta comisionada y expresidenta chilena, Michelle Bachelet, documentaron 113 casos específicos de tortura y malos tratos, y 24 de violencia sexual contra mujeres, hombres y adolescentes, «perpetrados por miembros de Carabineros y militares».
La jefa de la misión explicó que observaron que en los grandes centros urbanos, como Santiago y Valparaiso, los abusos estaban más relacionados con heridas a causa de perdigones, pero que en el interior del país los casos de maltratos de detenidos fueron más graves.