Senadores de la República y académicos consideraron que México se encuentra en un momento histórico, donde debe enfrentar retos como la desigualdad, corrupción, pobreza y discriminación, así como regular el poder y equilibrar el presidencialismo para profundizar el sistema democrático en el país.
Legisladores y especialistas analizaron y compartieron puntos de vista sobre los desafíos actuales de la democracia, tema central de la primera mesa de “Diálogos”, que forma parte de una serie de encuentros organizados por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y el ASPEN Institute México.
El senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Jucopo, expuso que en la actualidad las sociedades no podrían llegar a consensos sin la democracia; no obstante, señaló que esta forma de gobierno, y las instituciones necesarias para su funcionamiento, están en crisis a nivel mundial.
En el fondo, todas las soluciones para los problemas que enfrenta el mundo requieren de la democracia para alcanzar soluciones factibles y sostenibles, subrayó el también coordinador del Grupo Parlamentario de Morena.
Monreal Ávila indicó que esta mesa es la primera de siete que se llevarán a cabo para analizar y debatir los temas más relevantes de las agendas nacional e internacional. Destacó la presencia de senadoras y senadores de todos los grupos parlamentarios en este primer encuentro.
El presidente de Aspen Institute México, Luis Gerardo del Valle Torres, señaló que la institución que preside es absolutamente independiente, neutral y apartidista. Tiene como objetivo promover el diálogo entre diferentes, encontrando los puntos en común para el beneficio de la sociedad y participar en la implementación de estos, precisó.
Destacó el hecho de que el evento contara con la participación de senadoras y senadores de diversas fracciones parlamentarias, además, se dijo confiado de que el Senado de la República propiciará y promoverá esta serie de diálogos para fortalecer el ejercicio democrático.
El profesor emérito de El Colegio de México, Lorenzo Meyer, refirió que desde la época de la colonia, la sociedad mexicana se caracterizó por ser desigual; “ahí estaba su esencia”. México era una colonia, donde la autoridad tenía como propósito último la generación de riqueza para llevarla fuera del territorio, y para ello, se necesitaba una sociedad muy dividida, explicó.
Comentó que la democracia apenas comienza a reflejarse en la historia de México, que es un país con grandes diferencias sociales, económicas y de poder. Expuso que actualmente a muchos mexicanos les cuesta “un trabajo enorme” considerar al resto como sus iguales.
Opinó que la democracia acepta la idea de la igualdad entre personas, por lo que se requiere un proceso de voluntad política para hacer realidad esa idea, que ahora se presenta en el mundo “como la única forma de legitimar el poder, alcanzar el poder, mantener el poder y de perder el poder, por una vía pacífica”.
En su turno, José Woldenberg Karakowsky, académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, aseguró que México vivió una autentica transición democrática en las últimas décadas del siglo pasado, la cual se logró, entre otras cosas, gracias a seis reformas electorales sucesivas que incorporaron a las fuerzas políticas que estaban marginadas de la institucionalidad.
Dijo que su principal preocupación es que la ciudadanía no comprenda suficientemente que el poder está regulado, dividido, vigilado y que puede ser cuestionado: “hay una pulsión que desprecia el laberinto que genera la democracia”, aseguró. Estamos obligados a combatir todo lo que erosione los instrumentos de la democracia, sentenció.
A su vez, la senadora del PRI, Beatriz Paredes Rangel, afirmó que el régimen político mexicano consta de dos características que tienen que revisarse para profundizar la democratización del sistema político. Una, dijo, es el presidencialismo, una piedra de toque para la tendencia histórica del autoritarismo en el país.
Y dos, abundó, es la existencia de partidos políticos que tengan la única posibilidad de participar si el Presidente de la República es su jefe. Necesitamos una transformación de la cultura política partidaria y seguir equilibrando el presidencialismo, concluyó.
El senador de Morena, Rubén Rocha Moya señaló que la democracia decayó y tiene como sus principales retos el combate a la corrupción, la pobreza, la discriminación y la marginación.
Señaló que la democracia en México está perdiendo fuerza, ya que tan sólo el 16 por ciento de la población considera que la democracia es un verdadero sistema para gobernar. Por ello, expresó, es necesario fortalecer el derecho a la salud, la educación, al trabajo y a la vivienda digna.
En el evento se abrieron varias rondas de preguntas y respuestas, donde participaron senadoras y senadores de diversos grupos parlamentarios.