El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ordenó en una medida sin precedentes en democracia que la ciudadanía no salga de su casa excepto para necesidades esenciales desde la medianoche de este jueves hasta el próximo 31 de marzo, a fin de prevenir la expansión del nuevo coronavirus (causante de la enfermedad covid-19).
Un decreto de necesidad y urgencia (DNU) establece que «todos los argentinos y todas las argentinas a partir de las 00.00 (03.00 GMT) deberán someterse al aislamientos social preventivo y obligatorio», informó el jefe de Estado desde la residencia presidencial de Olivos, en la provincia de Buenos Aires.
El mandatario argentino explicó que la ordenanza sólo permite salir a comprar alimentos o medicamentos en las inmediaciones de los hogares.
La Gendarmería, la Prefectura, la Policía Federal y las fuerzas provinciales «estarán controlando quién circula por las calles», advirtió el máximo mandatario.
A partir de la medianoche, entonces, «nadie puede moverse de su residencia, todos deben quedarse en sus casas», insistió el presidente.
De pie junto a cuatro gobernadores del país, Fernández advirtió que desde el Gobierno serán «inflexibles», en lo que constituye «una medida excepcional pero dentro del marco que la democracia permite».
Así se evitará «que el ritmo del contagio (del coronavirus) se acelere de modo que el sistema sanitario argentino no lo pueda controlar», señaló el el jefe de Estado.
«En estos días dictamos más de 30 medidas de todo tipo, que van desde la suspensión de clases hasta el cuidado de nuestra economía que necesita seguir funcionando para que los argentinos puedan seguir avanzando en sus vidas», destacó.
El mandatario recordó que también decretó la cuarentena obligatoria para los viajeros que hubieran regresado de zonas consideradas de riesgo, que son Chile, Brasil, Corea del Sur, Japón, Irán, China, Europa y Estados Unidos.
«Sin embargo seguimos teniendo problemas de gente que sigue circulando en las calles», señaló el jefe de Estado.
Por ello «le he pedido a los gobernadores la máxima severidad, y vamos a ser muy severos con los que no respeten el aislamiento que estamos indicando», advirtió.
De la cuarentena obligatoria estarán exceptuados los periodistas, informó Fernández.
En su comparecencia sin preguntas, el jefe de Estado indicó también que el festivo del 2 de abril se adelanta al 31 de marzo, día en que culminaría el aislamiento, y adelantó que en los próximos días se tomarán medidas para aliviar la situación de los autónomos.
Comparecieron junto al presidente el gobernador de la provincia de Buenos Aires (este), Axel Kicillof, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, su par de Jujuy (norte), Gerardo Morales y el de Santa Fe (centro-este), Omar Perotti.
El Ministerio de Salud de Argentina reportó momentos antes 31 casos confirmados del nuevo coronavirus, seis de los cuales serían de circulación viral, por lo que el total de pacientes registrados llega a 128 desde que el pasado 3 de marzo se detectara la primera infección.
El artículo 205 del Código Penal establece que «será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia».
El Ejecutivo adoptó en los días anteriores numerosas medidas para frenar la propagación del virus entre la población, como el cierre de fronteras, cuarentena obligatoria para los pasajeros provenientes de zonas de riesgo, limitación de movimientos y restricciones en el transporte público.
La actual gestión prohibió además el ingreso de extranjeros no residentes en el país hasta el 31 de marzo.
El país sudamericano se encuentra en fase de contención para evitar la propagación del virus, difundir métodos de prevención, detectar casos sospechosos, asegurar su aislamiento, brindar atención adecuada a los pacientes y fortalecer medidas de investigación.