Si bien los chocolates, las flores y los peluches siguen siendo los protagonistas principales en la lista de regalos para este 14 de febrero, la opción de regalar un cachorrito (perro o gato) sigue siendo una posibilidad muy atractiva para muchos enamorados.
De acuerdo con diversos estudios de mercado, al menos el 76% de los mexicanos acostumbra festejar el 14 de febrero y su festejo incluye obsequiar algún presente a su ser querido. Y al ser una fecha donde la intención es mostrar todo el cariño posible, las miradas tiernas y la figura entrañable de un cachorro pueden resultar la imagen ideal del amor.
No obstante, al igual que suele pasar con los “obsequios” de Navidad y Día de Reyes, la mayoría de los cachorritos que son regalados en San Valentín terminarán abandonados en la calle y sin familia, algunos meses después.
Adrián Rodríguez-Granada, director administrativo del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, comenta que por sus características físicas, los cachorros caninos y felinos son un obsequio perfecto para el día del Amor y la Amistad, pero desgraciadamente suelen ser un regalo “sorpresa” y en esa sorpresa es donde radica el peligro de abandono.
“Hay que tomar en cuenta que antes de incorporar una mascota a un núcleo familiar, se debe realizar una visita al médico veterinario y tener una conversación extensa con él pues este especialista puede orientar al futuro dueño sobre cuál es el animal más adecuado para las capacidades económicas, sociales y de tiempos disponibles del futuro dueño. Cuando esto no sucede así, el riesgo es grande pues quizá quien recibe esta “sorpresa” no tiene clara la responsabilidad y compromiso que significa una vida más a su cargo o simplemente no está convencido o convencida de querer hacerse cargo de las tareas que implica tener una mascota en su casa y en su vida, y estamos hablando desde la acción tan simple y básica como proveerle sus alimentos dos o tres veces al día -según sea el caso- hasta procurarle atenciones particulares como pueden ser un baño especial para ciertas razas de cachorros”, explica el directivo de esta institución.
“A diferencia de los chocolates, las flores, las tarjetas y los peluches, que suelen ser regalos típicos para esta fecha, el obsequiar un ser vivo representa mucho más que unos minutos; incluir una mascota en la vida familiar representa un compromiso de al menos 10 años de convivencia, atenciones y mucho amor. Desafortunadamente, cuando llega la mascota a casa, y no fue una decisión consensuada con todos los miembros de la familia puede haber problemas de abandono. Y en el caso particular de los regalos de San Valentín hay que tomar en cuenta que muchas veces estos obsequios se dan en una etapa de maduración de pareja; es decir, si la propia pareja no está consolidada existe la posibilidad de que haya una ruptura entre los integrantes, lo cual plantea un escenario más dramático para las mascotas pues cuando se da el rompimiento muchas de las veces se busca deshacerse de todos las cosas que nos recuerde esa relación, y ahí el futuro de los cachorros puede ser más dramático. Así muchos perritos y gatos pueden terminar en la calle sin ser esterilizados y sufriendo su nueva condición de calle”, advierte Rodríguez-Granada.
Incorporar una mascota a la vida de alguien (ya sea soltero o ya con una familia en vías de integración) es un compromiso permanente, de ahí que los expertos en la materia llaman a no tomar una decisión apresurada al regalar una vida como una sorpresa para alguien.
Las mascotas requieren mucha atención y cuidado. Y los cachorros, al ir creciendo, pueden perder el interés y la atención de sus dueños, sobre todo cuando hay que encarar tareas como quién va a pasear al perro o limpiar la caja de arena del gato; esto puede convertirse fácilmente en tareas de gran demanda para los dueños.
Y aunado a ello hay muchos costos asociados con la crianza de un animal, como la comida y las visitas al veterinario. Incluso los costos también pueden exceder las expectativas si la mascota se enferma y requiere alguna cirugía.
De ahí la importancia del llamado de los expertos del Hospital Veterinario UNAM-Banfield: antes de incorporar a un cachorro a nuestras vidas, es fundamental tener una plática previa con un veterinario y comenzar, desde ahí, una tenencia responsable.