El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha comunicado su renuncia este 10 de noviembre tras una escalada de tensión tras los resultados de las elecciones generales que derivó en una ola de protestas y violencia en el país sudamericano.
Previamente, tanto el jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia habían sugerido la dimisión del mandatario para buscar la estabilización de la nación.
«Estamos dejando a Bolivia con soberanía e independencia de Estado […] con dignidad e identidad del pueblo boliviano», manifestó el mandatario Morales al anunciar su dimisión desde Chimoré, en el departamento de Cochabamba.
Morales explica que decidió renunciar con el fin de que el excandidato Carlos Mesa y el opositor jefe del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, «no sigan persiguiendo a mis hermanos, dirigentes sindicales […] para que no sigan quemando las casas» de funcionarios públicos, y para que dejen de «secuestrar y maltratar» a los familiares de los líderes indígenas.
«No es ninguna traición. La lucha sigue. Somos pueblo», indicó el saliente jefe de Estado, subrayando el notable nivel de desarrollo alcanzado por el país durante su mandato, pero condenando que grupos oligárquicos «conspiran contra la democracia».
«Es mi obligación, como primer presidente indígena y presidente de todos los bolivianos, buscar esta pacificación. Espero [que] Mesa y Camacho hayan entendido mi mensaje», declaró Morales, instando a la juventud a ser «humanos con los más humildes».
El vicepresidente dimite
Pronunciándose en torno a la renuncia del mandatario, Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, ha comunicado de la misma forma su dimisión.
«Me siento muy orgulloso de haber sido vicepresidente de un indígena, de un campesino. Y le seré siempre leal, estaré siempre a su lado, acompañándolo en las buenas y en las malas«, manifestó.
«No vamos a restablecer el orden constitucional en base a la sangre y al fuego», indicó García Linera, que también ha renunciado a su cargo de presidente nato de la Asamblea Legislativa.
«El golpe de Estado se ha consumado», aseveró el vicepresidente del mandato de Evo Morales.
Poco antes se había reportado que Evo Morales abandonaría Bolivia rumbo a Argentina. De acuerdo con la Fuerza Aérea boliviana, fue solicitado un plan de vuelo para que el avión del presidente boliviano sobrevolara el espacio aéreo de ese país.
¿Quién asumirá la Presidencia?
De acuerdo al artículo 169 de la Constitución de Bolivia, en caso de «impedimento o ausencia definitiva» del jefe de Estado, este será reemplazado por el vicepresidente. Sin embargo, ante la falta de este, la Carta Magna establece la opción de relevarlo por el presidente del Senado.
Desde enero del presente año la titular de este cargo es Adriana Salvatierra, miembro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido político que preside el ahora exmandatario Morales.
En última instancia, la jefatura de Estado podría ser asumida por el presidente de la Cámara de Diputados —actualmente Víctor Borda—, y, en ese caso «se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días«.
«Esto es un golpe de Estado»
Evo Morales había convocado a nuevas elecciones generales en Bolicia «para buscar la paz» y en concordancia con una sugerencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
«Todo por la vida, todo por la patria, por la democracia y también por la justicia social», manifestó este mandatario.
Sin embargo, Morales condenó que los grupos cívicos no han aceptado el diálogo propuesto por su Gobierno y, pese a que se anunciaron nuevos comicios y se garantizó varias de sus exigencias, «ahora lo rechazan todo» y piden su «renuncia».
«Esto es conspirar contra la democracia, esto es un golpe de Estado«, condenó el jefe de Estado boliviano antes de que se comunicara su renuncia.
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