La bancada de Morena en el Senado, se deslindó de la propuesta que presentó el presidente de su partido, Alfonso Ramírez Cuéllar, para otorgarle al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) facultades constitucionales para medir la concentración de la riqueza en el país.
Ricardo Monreal, coordinador del grupo mayoritario en la Cámara Alta, escribió un tuit en su cuenta personal en el que refiere que en el “@senadomexicano no existe iniciativa sobre nuevas facultades del @INEGI_INFORMA o del @SATMX, así que actuaremos con responsabilidad. No abandonemos el diálogo, es la mejor vía”.
Reconoce que “la pandemia traerá un nuevo orden mundial que todas y todos debemos diseñar y avalar”.
La iniciativa presentada por Alfonso Ramírez Cuéllar, señala que el INEGI debe entrar, sin ningún impedimento legal, a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas. Cada dos años debe dar cuenta de los resultados que arroja la totalidad de los activos con los que cuenta cada mexicano.
Además, propone también que el instituto tenga acceso a las cuentas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a toda la información financiera y bursátil de las personas.
La propuesta pretende también darle más facultades constitucionales a la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), con el propósito de evitar la concentración y el poder que tienen las empresas en una gran cantidad de mercados que producen y distribuyen los bienes y servicios que son básicos para la población y que se ha convertido en una de las fuentes más importantes de la desigualdad social y económica entre las regiones y los diversos segmentos de la sociedad mexicana.
El sobreprecio que se impone al momento de adquirir alimentos, material de construcción, usar transporte terrestre o aéreo, medicamentos o sistemas financieros o de comunicación está afectando sistemáticamente a los hogares más pobres, advierte el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador en su propuesta.
Señala que buena parte de las transferencias monetarias no están promoviendo el bienestar, sino que sólo están ayudando a cubrir el sobreprecio que impone el poder del monopolio o del oligopolio en los distintos mercados.