El número de contagios de coronavirus en Estados Unidos trepó a 60.115 este miércoles, mientras que 827 personas han muerto por la enfermedad provocada por el patógeno, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.
El anterior balance, publicado el martes, era de 600 muertos. Estados Unidos es el tercer país en cuanto a número de casos confirmados de coronavirus, por detrás de China e Italia, y su tasa de mortalidad es ahora del 1,38%.
Las autoridades creen que el número real de infectados es muy superior a los casos registrados, por lo que la tasa de mortalidad es probablemente inferior a la anunciada.
Alrededor del 40% de la población estadounidense está confinada en casa o a punto de estarlo, con restricciones que varían de un estado a otro.
El presidente Donald Trump no está sin embargo de acuerdo con un confinamiento prolongado. “Hay que volver al trabajo mucho antes de lo que piensa la gente”, declaró Trump en Fox News.
“Me encantaría tener el país abierto y en funcionamiento para Pascua”, dijo Trump.
“Pienso en el domingo de Pascua y vamos a tener iglesias repletas por todo el país, y creo que va a ser un momento bonito. Y es justo en el cronograma que pienso es correcto”, añadió el presidente.
A Trump le respondió el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, al considerar “inconcebible” la posibilidad de que la crisis del coronavirus llegue a su fin a mediados de abril, un mes que, aseguró, será “peor que marzo”.
“La idea de que podemos volver a la normalidad en abril es, en este momento, inconcebible”, aseguró De Blasio, quien dijo que la ciudadanía “merece saber la honesta verdad”.