La SSA informó que hasta este jueves suman 874 mil 171 personas con COVID-19, con 87 mil 894 defunciones, 102 mil 775 defunciones totales (sospechosas incluidas) y 325 mil 595 casos sospechosos totales.
El 38.85% de las personas estudiadas ha resultado positivo por COVID.
México tiene una tasa de letalidad de 10.05%, la tasa de letalidad mundial es de 2.73%.
Los casos positivos de COVID en el mundo representan el 0.69% de la población.
Los casos positivos de COVID en México representan el 0.69% de la población.
El subsecretario, Hugo López-Gatell Ramírez, advierte que los cambios que se han visto en seis entidades federativas son muy importantes porque permiten dar cuenta de la posibilidad de un rebrote. En este sentido, lo importante es retornar a medidas de control general.
Agrega que el gobernador de Chihuahua Javier Corral anunció que la entidad pasará de forma inmediata a color rojo del semáforo epidemiológico.
Afirma que no hay ninguna discrepancia y si bien es cierto que se anunciaría el día de mañana, es mejor que se haya hecho de forma inmediata porque esto demuestra el compromiso con la salud de los chihuahuenses.
Señala que Guerrero es una de las entidades que tiene riesgo de un repunte de casos y si bien es cierto que en la conferencia se ha dicho que los casos van a la baja, la realidad es que el gobernador Héctor Astudillo ha asegurado que no es así, lo cual es una medida que ha implementado para extremar precauciones.
Asegura que no es posible reactivar la economía de un país si no se controla el brote en todo el mundo, esto debido a que todas las economías del mundo se encuentran interconectadas. Si en un solo país no se controla el brote, será complicado que la economía se reactive. Explica que por ahora no es posible que la pandemia termine de un día para otro.
Detalla que no hay fundamentos que demuestren que el uso de cubrebocas permitirá que la epidemia se termine en seis semanas. Si esa evidencia existiera de forma sólida, entonces se agradecería muchísimo, pero no es así. Ojalá, apunta, fuera así de sencillo poder controlar la epidemia. Es mucho más difícil y tampoco reside el control en hacer pruebas y más pruebas, como han asegurado algunas personas.