El Senado de Estados Unidos votó este viernes para impedir que testigos sean llamados al juicio político que se desarrolla contra el presidente Donald Trump, una decisión con la que comienza el final del proceso.
El Senado votó 49-51 para rechazar una moción que permitía citaciones a testigos y documentos, con dos republicanos –la senadora Susan Collins de Maine y Mitt Romney de Utah– uniéndose a los demócratas para respaldar la extensión del juicio político.
Trump se pronunció después de la noticia asegurando que “No importa lo que les des a los demócratas, al final, NUNCA estarán satisfechos”.
La votación sobre no permitir los testigos finalmente conducirá a un voto para absolver al presidente, pero el momento de esa decisión está en el aire, y podría pasar la próxima semana después del discurso del Estado de la Unión de Trump el próximo martes.
De hecho, la fecha para la votación de absolución final fue un tema de debate durante todo este viernes, pero los senadores republicanos dijeron al salir de la reunión en la noche que es probable que sea el miércoles, después del discurso del Estado de la Unión de Trump, programado para el martes.
El líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell aseguró que los legisladores están discutiendo los próximos pasos en el juicio político. “Los senadores ahora conversaremos entre nosotros, con los fiscales de la Cámara y los abogados del presidente para determinar los próximos pasos mientras nos preparamos para concluir el juicio en los próximos días”, señaló McConnell en un comunicado.
Senadores republicanos dijeron que se llegó a un acuerdo al final del juicio. Los demócratas ofrecerían varias enmiendas en la noche de este viernes que serían votadas, y luego el Senado tomará un descanso durante fin de semana. El juicio político en el Senado se reanudaría el lunes con los argumentos finales de ambas partes –fiscales de la Cámara y abogados de Trump–, y les daría a los legisladores la oportunidad de hacer declaraciones públicas. Los pronunciamientos de los senadores serían el martes y el miércoles antes de una votación de absolución final. Los legisladores John Barrasso y Roy Blunt dijeron que ya se alcanzó un acuerdo para un voto de absolución la próxima semana.
El voto sobre los testigos
Los demócratas esperaban lograr que más republicanos del Senado se unieran a ellos para escuchar las declaraciones de los testigos, especialmente a raíz de las revelaciones de un borrador del libro de John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional. Sin embargo, uno por uno los republicanos dijeron que estaban listos para terminar el juicio.
Sus razones eran diversas. La senadora Lisa Murkowski, de Alaska, dijo en un comunicado: “No creo que la continuación de este proceso cambie nada. Es triste para mí admitir que, como institución, el Congreso ha fallado”.
Por su parte, el senador Lamar Alexander, de Tennessee, dijo que los fiscales de la Cámara habían demostrado su caso de que Trump retuvo ayuda de Estados Unidos para presionar por una investigación sobre sus rivales políticos. “La pregunta es si se aplica la pena capital a cada delito. Y en este caso, creo que la respuesta es no, hay que dejar que la gente tome esa decisión”, señaló Alexander este viernes.
Después de la votación sobre los testigos, se espera que McConnell avance hacia una votación final de absolución, pero el camino para llegar allí es difícil y parece que se extenderá hasta la próxima semana.
Cuando se produzca la votación final para absolver al presidente Trump, se marcará el final de un notable y vertiginoso juicio político de cuatro meses que comenzó cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció una investigación de juicio político el 24 de septiembre, la cual condujo al juicio político sobre dos cargos: abuso de poder y obstrucción del Congreso, menos de tres meses después.
Después de un mes de retraso, el juicio en el Senado comenzó hace menos de dos semanas. Los fiscales de la Cámara, liderados por el presidente de la Comisión de Inteligencia, Adam Schiff, presentaron un caso detallado argumentando que tenían evidencia abrumadora de que Trump retuvo 400 millones de dólares en ayuda de seguridad por parte de Estados Unidos mientras presionaba a Ucrania para abrir investigaciones sobre el exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter Biden.
“Si el Senado permite que se mantenga la obstrucción del presidente Trump, efectivamente anula el poder de juicio político”, señaló Schiff este viernes. “Permitirá a los futuros presidentes decidir si quieren que su mala conducta sea investigada o no, si les gustaría participar en una investigación de juicio político o no”.
El equipo de defensa del presidente argumentó que no hubo irregularidades, pero también que, incluso si existía un quid pro quo, estaba dentro de los derechos del mandatario si era por el interés nacional.
“El problema con el caso, el problema con su posición, es que incluso con todos esos testigos, no se prueba un delito. Los cargos fallan”, dijo el abogado personal del presidente Jay Sekulow. “Obtuvieron el deseo del juicio político en Navidad. Pero ahora quieren que hagas el trabajo que no hicieron”, añadió.