México es uno de los países que menos pruebas de Coronavirus ha aplicado por cada mil habitantes, respecto a sus vecinos en América Latina: Chile, Perú, Uruguay, El Salvador, Colombia y Argentina
Según datos del portal Our World in Data, México ha realizado 0.3 pruebas por cada mil habitantes, mientras que el puntero en América Latina, Chile, alcanza aplicar 6.8 pruebas
A la crisis sanitaria y económica que atraviesa nuestro país se suma una nueva, la crisis de credibilidad e incertidumbre con la que el Gobierno de la República se encuentra enfrentando esta pandemia. Contrario a las disposiciones de la Organización Mundial de la Salud y del mundo entero para controlar, contener y salvar vidas del Coronavirus, México ha ignorado la recomendación y modelos internacionales de realizar “pruebas, pruebas y más pruebas”.
Con un modelo seriamente cuestionado, denominado Centinela, México es actualmente uno de los países de América Latina que menos pruebas COVID-19 ha aplicado. Según el registro del portal Our World in Data, hasta el 21 de abril, nuestro país ha realizado 0.3 pruebas por cada mil habitantes, mientras que Chile 6.8, Perú 5.3, Uruguay 4, El Salvador 2.2, Colombia 1.3 y Argentina 0.8.
Entre los países miembros de la OCDE, México ocupa el último lugar en aplicación de test COVID-19, mientras que en lo alto de la tabla está Islandia, uno de los países que ha controlado el contagio del virus, con 106 pruebas por cada mil habitantes.
Con estos indicadores, es evidente que México está enfrentando la pandemia con los ojos cerrados, mientras el gobierno se niega a reconocer, no solo que no estaba preparado para enfrentarla, sino que no tiene la menor idea de la magnitud del problema, al no saber, después de casi dos meses de reportar el primer contagio, cuántos casos tenemos en el país, lo que deja a la población en total indefensión frente a esta amenaza.
Ante la poca claridad con la que el gobierno enfrenta el problema, no son pocos los estados que empiezan a hacer cada vez más evidentes tanto las carencias de infraestructura y equipo médico, como la certeza en los números reportados. Particularmente, Jalisco ha marcado la pauta de cómo enfrentar el problema desde una perspectiva diferente, de la mano de los especialistas de la Universidad de Guadalajara, siendo el primero en implementar medidas de aislamiento social para tratar de contener la propagación del virus.
Por eso, ante la prisa del Gobierno Federal de regresar a la actividad, pese a las pocas evidencias para sustentar esta decisión, Jalisco ha presentado el modelo Radar Jalisco, que busca tomar el camino correcto para salir de esta crisis y conocer la magnitud del problema. Con esta estrategia, seguramente nuestro estado subirá los casos reportados de contagio, pero el Gobierno de Jalisco está más preocupado por la salud de los jaliscienses que por los números. Para dimensionar la magnitud de este programa que tiene la capacidad de aplicar hasta 500 pruebas diarias, cabe destacar que se han realizado pruebas en 105 municipios del estado, que se están aplicando al 100% en los casos sospechosos y que diariamente se realizan a personal médico.
Aunado a la aplicación de estas pruebas que colocan a Jalisco en la ruta de los referentes internacionales, se han implementado medidas preventivas como el aislamiento social y el uso de cubrebocas obligatorio, así como mayores limitaciones a la realización de eventos y congregaciones, incluso antes de que la Federación decretara la Fase 3.