
People pass by a restaurant in central Stockholm on November 12, 2020, amid the ongoing novel coronavirus (Covid-19) pandemic. - The Swedish government has proposed a stop for the sale of alcohol after 10 pm from November 20 until the end of February, to curb the spread of the virus. Faced with the worsening of the Covid-19 epidemic in the country, the Swedish government on November 11 urged the population to follow health rules, although they are not coercive. (Photo by Amir NABIZADEH / TT News Agency / AFP) / Sweden OUT
Suecia, que lleva adelante una estrategia menos estricta que la mayoría de los países europeos ante la pandemia de Covid-19, anunció este lunes que limitará las reuniones públicas a un máximo de ocho personas, una medida que toma por primera vez ante el alza de los contagios.
Las reuniones, que hasta podían ser de 50 a 300 personas según el caso, pasarán a ser de ocho individuos a partir del 24 de noviembre, una medida “necesaria” para hacer bajar la curva de contagios, justificó el primer ministro Stefan Lofven en una conferencia de prensa.
“No vayan al gimnasio, ni a la biblioteca, no hagan cenas ni fiestas. ¡Cancélenlas!”, instó.
Se trata de una de las raras prohibiciones decididas por el país escandinavo, cuya estrategia particular y atípica lo ha puesto en los últimos meses bajo la mirada de todo el mundo.
El país, con 10,3 millones de habitantes, ha desarrollado una estrategia sanitaria sin mascarillas, ni confinamiento ni cierre de tiendas, pero llamó a la población a limitar en todo lo posible los contactos y a teletrabajar.
Estas “recomendaciones” son consideradas reglas, pero no van acompañadas de medidas coercitivas o sanciones, económicas u otras, salvo en lo que respecta a las reuniones públicas.
A nivel privado, esto último también tiene el carácter de una recomendación y no una prohibición en el sentido estricto.
Los restaurantes y bares también continuarán manteniendo su autorización para acoger a más de ocho personas, pero no más de ocho por cada mesa.
Frente a la segunda oleada de la pandemia, las autoridades suecas ya habían introducido el mes pasado nuevas recomendaciones regionales y más estrictas, que consisten sobre todo en limitar el contacto fuera del hogar y evitar los lugares cerrados. Actualmente se aplican en todo el país.
El ejecutivo también anunció la semana pasada la prohibición de la venta de alcohol a partir de las 22:00 locales, hasta el mes febrero.
Además, en Estocolmo y Gotemburgo, las visitas a residencias para ancianos -afectadas en gran medida durante la primera ola del coronavirus-, están nuevamente prohibidas.
El balance de muertes ha comenzado a empeorar en los últimos días en Suecia: el viernes, fecha de la última publicación, se anunciaron casi 6.000 nuevos casos y 42 muertes más, lo que lleva el total a más de 177.000 infectados y 6.164 decesos.