Manila. Al menos cuatro personas murieron debido al terremoto de magnitud 6,8 que sacudió hoy la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, en la misma región que ha sufrido varios seísmos con víctimas mortales en los últimos meses.
La primera muerte confirmada fue la de una niña de seis años en la ciudad de Matanao, provincia de Davao del Sur, que no pudo escapar de su casa antes de que ésta se derrumbara, informó el alcalde de esa localidad, Vincent Fernández a los medios locales.
Otras tres personas fallecieron en la municipalidad de Padada, también en Davao del Sur, al venirse abajo un mercado de tres plantas en cuyo interior quedaron atrapadas decenas de personas, según el recuento de la Oficina de Protección contra Incendios que participa en las labores de rescate.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, informó que el hipocentro del movimiento telúrico, que se produjo a las 02:11 de la tarde, hora local (06:11 GMT), se situó a 28 kilómetros de profundidad y su epicentro a unos 5 kilómetros al sudoeste de la población de Sinawilan.
Por su parte, para el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs), el terremoto tuvo una magnitud de 6,9.
Este movimiento sísmico no presenta ningún riesgo de tsunami, según el instituto.
Los pacientes de los hospitales fueron evacuados como medida de precaución mientras la muchedumbre esperaba el fin del temblor, que tuvo pequeñas réplicas, delante de los centros comerciales.
“Ya no podemos utilizar nuestra oficina porque los muros se agrietaron y las escaleras se derrumbaron”, dijo a la AFP una portavoz de la policía local, Lea Orbuda.
“No hay electricidad y los grifos están secos”, aseguró.
Según Alberto Lupaz, un responsable de la policía provincial, el número de heridos en las zonas más afectadas por el sismo es de 62.
Lupaz explicó que hay algunas personas atrapadas bajo el edificio del mercado en Padada pero que las operaciones de rescate van retrasadas.
Los socorristas “intentaban buscar entre los escombros (…) pero las réplicas eran demasiado fuertes”, indicó.
El alcalde de Matanao Vincent Fernández, dijo que el terremoto había causado daños graves en el ayuntamiento, dos pueblos y otros edificios de la localidad, ya afectados por sismos anteriores.
“El temblor fue diferente esta vez, no oscilaba. Era como si un rodillo pasara por debajo”, dijo a DZMM desde un refugio de emergencias. Durante la entrevista hizo una breve pausa y dijo que la tierra estaba temblando nuevo, en una de las docenas de réplicas del terremoto.
Fernández pidió raciones de comidas y carpas para los vecinos que necesitaban cobijo inmediato de la lluvia. Muchos edificios que podían utilizarse como centros de evacuación habían sufrido daños en los temblores recientes, señaló.
El presidente Rodrigo Duterte estaba en la región cuando ocurrió el terremoto pero no resultó herido.»La primera dama (…) explicó que el coche en el que iban se balanceó», indicó el portavoz Salvador Panelo, asegurando que “no resultaron heridos”.
El terremoto fue seguido aproximadamente 20 minutos después por otro cercano de magnitud 5 y cuyo hipocentro se hallaba a 10 kilómetros de profundidad y, a las 03:09 de la tarde (07:09 GMT) por otro de magnitud 5,7 con el hipocentro a la misma profundidad, según el USGS.
Las redes sociales de Filipinas están repletas este domingo de videos de edificios temblando como consecuencia de los reiterados sismos, mientras que Sebastián Durterte, el alcalde de la ciudad de Davao -el mayor centro urbano de la isla y dónde se hicieron sentir los temblores-, ha anunciado que mañana cerrarán los colegios para inspeccionar los daños.