El sucesor de Alfonso Durazo como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, se encontrará con una novedad: ya no tiene ningún mando sobre el comandante de la Guardia Nacional. En el Congreso de la Unión, durante febrero de 2019, se discutió ampliamente la reforma constitucional para crear la Guardia que desde entonces tenía matices claramente militares y, para atraer a parte de la oposición y que votaran con mayoría calificada a la reforma constitucional, se consensuó que fuera un civil quien estuviera en la punta de la cadena de mando.
Fue así que la figura civil del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana apareció como jefe máximo y primer responsable de esta fuerza, si bien a nivel operativo habría un comandante que, él sí, sería militar.
Alfonso Durazo tomó el cargo y definió un organigrama (ver figura) en el que la Comandancia de la Guardia Nacional estaba claramente subordinada a él, en tanto la Secretaría de la Defensa era un mero apoyo tangencial que debía apoyar al comandante de la Fuerza a través de una junta. Esa junta de coordinación estaba, en mando, por debajo de Durazo.
Las unidades operativas y las de apoyo administrativo y capacitación no pasaban, en ningún caso, por el mando de Sedena.
Pero a raíz de solicitudes expresas que realizó de la Secretaría de la Defensa Nacional al Ejecutivo federal a principios de mes, esto cambió radicalmente. Como ya informó Crónica oportunamente, a nivel operativo las unidades de la Guardia Nacional reportaran ahora al Jefe de la Zona Militar, pero el cambio más significativo están en las líneas de alto mando: son los militares quienes lo tienen claramente desde ahora, ya sin la presencia de un civil del gabinete a su nivel.
La reforma constitucional que creó la Guardia está redactada así: “La Federación contará con una institución policial de carácter civil denominada Guardia Nacional, cuyos fines son los señalados en el párrafo noveno de este artículo, la coordinación y colaboración con las entidades federativas y Municipios, así como la salvaguarda de los bienes y recursos de la Nación; su único enlace será un grupo nombrado por los militares”.
Crónica está en poder del organigrama vigente hasta este mes de octubre, en el que Durazo era el jefe del comandante de la Guardia. En el documento aparece el nuevo organigrama y ahora el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana no manda a nadie dentro de la Guardia, sino que se integra al grupo de enlace interinstitucional, es decir, será sólo parte de una junta que además está por debajo del mando del Secretario de la Defensa Nacional y cuya función es tangencial. El verdadero mando operativo es ya sólo de militares: el general secretario, el comandante de la guardia nacional y todas las unidades en las que la cabeza es también un soldado.